Aunque pudiera parecer que nada tienen en común el republicano Donald Trump, presidente de Estados Unidos durante los últimos cuatros años, y el demócrata Joe Biden, próximo mandatario del país después de que el recuento de votos le haya dado ganador este sábado, ambos comparten una afición deportiva: el golf.
De hecho, ha sido habitual en los últimos 100 años de la historia estadounidense que los inquilinos de la Casa Blanca tengan una gran afición al golf, desde William Howard Taft -que fue presidente de 1909 a 1013- hasta el recién elegido Joe Biden.
Durante su mandato, Donald Trump ha intentado jugar al golf casi todos los fines de semana y viajaba con frecuencia a sus campos de golf en Florida. Fue criticado, por ejemplo, por hacerlo en plena crisis del COVID, y ha compartido jornadas de golf con exdeportistas como Brett Favre o Rory McIlroy, que después quiso desmarcarse al asegurar que no volvería a jugar con el mandatario.
Algunos calculan que Trump ha llegado a jugar al golf un promedio de 87 veces al año durante su mandato. El republicano, de hecho, conoció su derrota jugando al golf este sábado.
Pues también Joe Biden, ganador de las elecciones a la presidencia, es un gran aficionado al golf, aunque antes, en el instituto y la universidad, destacó en fútbol americano. Comenzó a jugar al golf hace unos 20 años, con 57, y en más de una ocasión ha asegurado tener un hándicap de 6,3. Ha compartido horas de golf con Obama, su predecesor demócrata en la Casa Blanca.
Durante los últimos meses, además, el golf ha estado en el centro de algunas de las críticas de sus adversarios políticos, que recriminaban a Trump que se marchara a sus campos a jugar durante la crisis de la pandemia.
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