Tiger Woods y sus wedges sin cromo, que a la vista del aficionado pueden parecer que son muy viejos, pero están creados así para usarlos en condiciones húmedas al proporcionar mayor rugosidad superficial en el área de impacto en comparación con las que si llevan cromo, da que hablar en el Royal Troon.
Veinte años después de jugar por última vez en este rincón donde se originó el Open Británico en el siglo XIX, el golfista que cambió para siempre el deporte continúa con una convicción inquebrantable. "Sigo pensando que puedo volver a ganar", dice a las primeras de cambio. Camino de los 49 años, intenta cada día que los dolores musculares, sobre todo de la espalda, le permitan seguir jugando. Para ello combina sesiones en hielo helado, mucho gimnasio, ejercicios de compensación. En fin, mucho trabajo.
Tiger, y más en Escocia, no pudo borlar la polémica suscitada a raíz de la recomendación del ídolo local Colin Montgomerie, ocho veces ganador de la Orden de Mérito europea, que al ver a Woods en sus circunstancias soltó un "¿por qué está aquí? No tiene sentido, debería retirarse". El ganador de 15 majors respondió con una puya: "Soy un ex campeón y puedo jugar aquí hasta lo 60 años. Puedo tomar yo esa decisión, algo que él no puede hacer porque no lo es. Así que cuando llegue a su edad podré seguir tomando esa decisión y él nunca".
La megaestrella también se refirió al recorrido que albergará la 152 edición del Open, con su famoso par 3 del hoyo 8, apodado el sello de correos porque sólo mide 111 metros, pero absolutamente condicionado por el viento y con un tee en alto. "Tienes que cazar el green, esa es la clave", mientras revela que él ha llegado a jugar ese tramo con un hierro 7 o, en el otro extremo, un pitching weddge.
Troon, como ocurrió en el cercano de Turnberry en 2009 con Tom Watson, que a los 59 años, estuvo a punto de ganar y llegó hasta el desempate, se presta a un juego en el que no se necesita tanta pegada. El veterano lo hizo a base de golpes más bajos que recorrían muchos metros. "Si das con el viento adecuado y el golpe correcto, puedes hacer correr la bola 90 metros. Aquí no se trata de jugar la bola a las nubes como se estila ahora. Es la razón por la que se pueden ver campeones tan veteranos, porque no es necesario hacer 290 metros de vuelo". En la última edición en este campo, por ejemplo, Stenson, de 40 años, batió a Phil Mickelson, que había soplado 46 en ese año.
Además, sin revelar nada, afirmó estar contento por cómo marchan las cosas en el acuerdo que intentan alcanzar con el Fondo público de Arabia (PIF) para sellar definitivamente la paz entre el PGA Tour y el LIV Golf. "No voy a decir nada en público, pero estoy contento de cómo van las cosas", explicó el estadounidense, que esta semana renunció a la capitanía de la Ryder Cup porque su agenda no da más de sí.
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