El verano castiga duro en el campo de Gibraltar y las vistas desde los Altos de Valderrama, donde se eleva el club de golf de los socios más ilustres del Sur de España -el último en incorporarse ha sido el alemán dos veces ganador de Major, Martin Kaymer-, son formidables. Por segundo año, la creación de Jaime Ortiz Patiño alberga una de las 14 etapas del LIV Golf, el circuito que aún aplaude la victoria de Bryson DeChambeau en el US Open, el último de los grandes disputados y que, en el pulso que sostienen con el PGA Tour, estancado en algún despacho, negociaciones de idas y venidas como el péndulo de Newton, no deja de ser una metáfora de los Mundiales de Boxeo. El último que triunfó es el que tiene el cinturón.
Allí, Jon Rahm, el gran fichaje del curso, pero que aún no se ha estrenado y la sequía de victorias se remonta hasta el Masters de Augusta, en abril de 2023, transmite "una felicidad casi infantil", cuando se dirige a los periodistas en la mañana del miércoles. El de Barrika ha jugado ocho torneos -se retiró del de Houston por un problema en el pie izquierdo- y en todos acabó entre los diez primeros. Por eso se pone "un seis o un siete", pero le ha faltado una victoria, "aunque si hay una semana para ganar es ésta. Porque es el torneo de casa, están la familia, los amigos y porque ves la nómina de campeones en Valderrama y es fabulosa", recuerda.
Es una fase intensa de la temporada para el doble ganador de grandes. A Valderrama se añadirán, en sesión continua, el Open Británico la próxima semana en Troon, la parada británica del LIV en Rocester y los Juegos Olímpicos en el Golf National, que tantos recuerdos le traen de la victoria en la Ryder Cup de 2018. Son cuatro objetivos en su cabeza, pero sí sólo pudiese ganar uno "diría que la jarra de clarete, para poder inscribir mi nombre junto al de Seve".
No obstante, el campo gaditano no es un escenario de grandes actuaciones hasta el momento, uno de los dos recorridos (junto al Colonial) donde no ha pasado el corte en dos ocasiones en su carrera. "Pero esto era en octubre y llegaba muy cansado en la temporada. Me está pasando lo contrario que el año pasado: empecé muy bien, pero en la segunda parte de la temporada comencé a bajar el nivel. Tengo confianza en mí mismo, y estoy muy cómodo donde estoy y con ganas de competir en el que probablemente es el mejor campo de España". Luego añadió que "ya sabes cómo es esto del golf hay un día, un 'swing', algo que lo cambia todo y empiezas una buena racha".
Además, Jon anunció que su deseo es completar el tríptico español jugando el Open de España y el Estrella Damm de Sotogrande, aunque dependerá del nacimiento de su hija, que está prevista para mediados de octubre. De momento disfruta de Valderrama y de dos acompañantes muy especial en el Proam del jueves: Pau Gasol y un ídolo de la infancia del de Barrika, el histórico goleador del Athletic Aritz Aduriz.
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