El miércoles pasado, durante el proam del LIV Golf en Riad, una joven saudí de 13 años, hándicap 5, demostró maneras al lado del chileno Mito Pereira. Por edad, por potencial, quizás sea en unos años la primera mujer golfista del país que alcance el ránking mundial femenino amateur, clasificación que, por supuesto, tampoco tiene a ninguna representante profesional registrada.
El ambicioso proyecto del reino con ese circuito mundial, que tiene en la industria del golf un dinamizador de nuevas inversiones fuera de Arabia, aunque también una estrategia para a través de resorts impulsar el turismo de golf interior, con 27 resorts, no está sincronizado con una política deportiva que impregne de la cultura de este deporte a una nación extraordinariamente joven y muy entusiasta, especialmente con el fútbol
La mezcla diversión,, con conciertos y golf, más el hecho de que acontezca de noche, movió a miles de ciudadanos de la capital al Riyahd Golf Club, pero claramente impulsados por el aspecto lúdico.
Los números respaldan esta afirmación. Apenas hay datos de practicantes. Incluyendo los expatriados, no los turistas, según un estudio de 2022, en Saudí juegan unos 8.000 golfistas al año en los 14 resorts que disponen, recorridos que llegarán a casi el doble para 2030. Sólo cuenta con cuatro jugadores profesionales y el mejor de ellos, Khalid Attieh, disputa el Asian Tour. Su mejor resultado en las dos últimas temporadas, con 29 años, ha sido un quincuagésimo séptimo puesto en Indonesia el año pasado. Hasta doce saudíes aparecen censados en esta clasificación, pero por apariciones aisladísimas en circuitos muy menores, casi locales. Entre ellos el Príncipe Khalid bin Saud Al Faisal, uno de los mayores aficionados de este deporte en el país.
En una nación que además del LIV también soporta, a través de la empresa Aramco, la de mayor facturación del mundo con 160.000 millones de dólares de ganancias en 2022, varias pruebas en el golf femenino, que forman parte del Ladies European Tour, los planes pasan por crear cantera con unas vías que aún están por montar. "Ojalá esto hubiese pasado hace 20 años", contaba con esperanza a Worldwide Golf el miembro de la familia real hace unos años.
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