Es sintomático la pasión que el golf despierta en deportistas de otras especialides que ven en este juego un desafío psicólogico por encima de cualquier cosa. Y cuando se enganchan es irremediable que no visiten una vez en la vida el Augusta National, de la misma forma que un cristiano acude al Vaticano.
Rudy Fernández, leyenda del baloncesto retirado hace meses, se ha animado con los palos desde el otoño, animado por el Chacho Rodríguez y con el propósito de, en un futuro, plantarle cara a Pau Gasol o a Toni Kukoc, hándicap cero y con el que coincidió en la promoción de la final de la Euroliga de baloncesto en Dubái.
"Rudy ¿golfista? Rudy amateur. Suena mejor porque acabo de empezar. Pero esta experiencia es espectacular. Poder vivir esto... Uf. Ojalá pueda volver otra vez", decía. "Me encanta la tradición de este torneo. La obligación de desprenderte del móvil durante unas horas, que también viene muy bien".
Invitado por la organización —el Masters es un ejemplo de promoción en todos los mercados— que vio a través de las redes sociales la ilusión que ha puesto Rudy en este juego, ha aparecido en Augusta y disfruta cada minuto que pasa. “Me enganchó Pau, la verdad, y luego en La Finca coincido a veces con Raúl González y otros vecinos que juegan”. Gasol le quiere retar. "Pero aún no estoy para jugar con él. Porque ahora mismo me gana seguro y no le voy a dar ese gustazo. Me ha invitado al torneo de su Fundación", bromeó.
El viernes siguió el partido de Sergio García y el sábado no se perdió un hoyo del de JonRahm. “Sufro en cada putt más que él”, decía con el conocimiento del que sabe que los greenes de Augusta son truculentos y de una exigencia extrema. “Ya me han dicho que después de ver este torneo, todo lo que vea después no lo podrá igualar”, contaba agradecido por la oportunidad brindada. "A diferencia del baloncesto donde me llevaba a casa los fallos, ahora en el golf sólo pienso en los golpes buenos".
El Masters suele ser una pasarela de deportistas famosos. Rudy se cruzó con Roger Federer, que llegó el jueves, y también ha coincidido con Richard Hamilton, que ganó un anillo con los Pistons, y con la sensación del deporte femenino en Estados Unidos, la jugadora de baloncesto Caitlin Clark (hándicap 16), que siguió el viernes el partido de Scottie Scheffler (y Josele Ballester).
"Del golf he descubierto también la condición de deporte familiar. Mi hijo se ha enganchado y ya hasta juega mejor que yo. Y estar con él en el buggy y hablar de cosas que a lo mejor no surgen en casa, pero sí cuando estamos al aire libre es fantástico". Puestos a elegir un campo donde jugar que no sea Augusta se decanta por "Valderrama. Hay campos muy buenos en toda España. Mi club, la Finca, lo es por ejemplo".
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