Carolina Marín ha conquistado un enclave, que parecía impensable para el deporte europeo fuera de Dinamarca, probablemente el país donde el bádminton es más profesional, y el único que ha invadido asiduamente el triángulo que forman China, Indonesia y Corea.
Superado este escollo, el deporte español mira al horizonte en busca de nuevos territorios vírgenes y de las ocho especialidades en las que aún España no ha logrado una medalla, cuatro son de nuevo cuño, todas incorporadas al programa olímpico después de Barcelona 92: trampolín (2000), Bmx (2008), Golf (2016) y Rugby (2016).
De las cuatro 'convencionales' -voleibol, saltos, pentatlón moderno (337 licencias en España) y tenis de mesa- sólo en esta última especialidad, España ha tenido representación en Rïo. Y en el llamado cotidianamente ping pong, el monopolio de China, el mayor que existe en todo el olimpismo, hace la conquista aún más inverosímil que la barrera que derribó Carolina. China ha ganado 28 de los 32 oros que se disputaron en la historia.