La final del torneo masculino de waterpolo enfrentará en el día de la clausura de los Juegos Olímpicos de París 2024 a Serbia y Croacia. Los avatares políticos que han enfrentado a ambos estados en las últimas décadas -es decir, las guerras de disolución de la antigua Yugoslavia en la que serbios y croatas fueron contendientes principales de un cruento conflicto en el que no faltaron crímenes de guerra- revisten estos partido, en cualquier deporte, de una consideración especial.
Sin embargo, a priori no es esperable una reedición del 'partido sangriento' de Melbourne 1956 entre Hungría y la Unión Soviética: la rivalidad entre ambas naciones es grande. La deportiva también, pues no en vano ambos países tienen en la pujanza en el deporte uno de los elementos de su identidad nacional. Pero desde el fin de las guerras yugoslavas -uno de cuyos primeros actos, por cierto, tuvo lugar en un partido de fútbol- ambos países se han enfrentado en gran cantidad de ocasiones sin mayores incidentes. Además, ambos países se han medido ya en una final olímpica.
Yugoslavia había sido uno de los países dominadores del waterpolo olímpico: Plata en Helsinki 1952, Melbourne 1956 y Tokio 1964, oro en Mexico 1968, plata en Moscú 1980 y oro en Los Angeles 1984 y Seúl 1988. La disolución del estado llevó lógicamente al fin de la selección conjunta pero Serbia y Croacia en la práctica heredaron un potencial prácticamente intacto confirmando, en la práctica, un dicho común en aquellos años en varios deportes como el waterpolo, el baloncesto y el waterpolo: Que Yugoslavia podría formar varias selecciones de similar potencia.
El primer Croacia-Yugoslavia (los avatares políticos hicieron que el estado serbio asumiera sucesivamente varios nombres: Yugoslavia, Serbia y Montenegro y finalmente el actual Serbia, que en realidad y en castellano debería ser Servia) llegó en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y acabó con triunfo croata por 8-6 en los cuartos de final. Sin incidentes en la pista pero con honda repercusión propagandística interior en Croacia donde el triunfo fue considerado "más valioso que el oro".
Desde entonces Serbia, con sus diferentes nombres, y Croacia, se han enfrentado en multitud de ocasiones: nueve en Campeonatos de Europa, ocho en campeonatos del mundo y seis en Juegos Olímpicos con resultados, lógicamente, dispares.
En los Campeonatos de Europa Serbia ha llevado ventaja histórica: seis triunfos por dos croatas, con un empate. Destaca el triunfo de Serbia y Montenegro en la final del Europeo 2003 (9-8). Yugoslavia venció también a Croacia en el primer enfrentamiento (8-7, semifinales de 1997). El último triunfo croata (10-9) tuvo lugar en Zagreb, en las semifinales de 2016.
En los Mundiales ambos países disputaron la final de 2015, de nuevo con triunfo serbio sobre Croacia por 11-4. En este torneo la ventaja es croata, aunque corta: cuatro triunfos por tres derrotas y un empate. El triunfo de 2015, sin embargo, es el último serbio sobre Croacia en un Mundial.
Y en Juegos Olímpicos, en fin, la final de 2024 será el séptimo duelo entre ambos contendientes. Tras el choque inicial, empataron 4-4 en la primera fase en Sidney 2000, Serbia y Montenegro venció 11-8 también en la primera fase de Atenas 2004 y Croacia por el mismo resultado también en la fase de grupos de Pekin 2008. En la final de Rio 2016 Serbia venció a Croacia por 11-7. En la fase de grupos de Tokio 2020, Croacia venció 14-12 a Serbia.
En Juegos Olímpicos, Serbia ganó el oro en 2016 y 20, fue plata en 2004 y bronce en 2000, 08 y 12. Croacia fue campeón en 2012 y plata en 1996. Lo evidente es que los países herederos de la antigua Yugoslavia siguen dominando el waterpolo.