"El siguiente, el siguiente", repetía Adrián Vicente tras ganar el primer duelo de la repesca ante Jack Woolley. Tenía menos de una hora para preparar su pelea por el bronce contra Mohamed Jendoubi y no quería perder ni un segundo, así que desfiló por el pasillo de la zona mixta del Grand Palais directo al vestuario. Había que descansar, resetear la mente y centrarse en el combate que podía darle el bronce.
Estoy triste por no haber podido conseguir esa medalla para España
Estaba enchufado, motivado y con ganas de medalla, pero se topó con un muro.Jendoubi dominó el combate de principio a fin. Su defensa con la pierna izquierda no abrió ni un sólo hueco para los ataques de Adrián, que veía como la medalla se le escurría entre los dedos. "Hablé con mi entrenador que nos daba igual perder por mucha diferencia, pero teníamos que intentarlo y vaciarnos en el tapiz", analizaba el taekwondista. Y lo intentó, pero no le dio. Cayó 2-0 y con la derrota se esfumaron las horas de trabajo que había invertido en ser medallista olímpico. ¿Lo bueno? Desde ahora queda un día menos para Los Ángeles.
"Estoy triste por no haber podido conseguir esa medalla para España. El día ha sido una montaña rusa de emociones. Me quedo con mi gente. Los que me han venido a ver y los que están desde casa", lamentaba tras el combate. "Hemos tenido muchos tiempos muertos en los que pensar. Hay que aprender para el futuro. Son días en los que unos están más finos que otros, simplemente eso", zanjó.
Alargar el sueño
Caer en cuartos hizo que el camino de Adrián hacia la medalla de bronce fuese más largo de lo que nos gustaría, pero su mentalidad desde la derrota ante Gashim Magomedov fue la del que sabe que quería aprovechar la segunda oportunidad que el torneo le regalaba. Se lo hizo saber a Jack Wolley en el primer combate de la repesca.
Sufrió, pero el español venció 2-0 en un enfrentamiento de máximo nivel. Se llevó el primer asalto 9-10 y ganó el segundo por calidad técnica tras empatar a dos. Una victoria que no le daba respiro, ya que 45 minutos más tarde le esperaba sobre el tatami Mohammed Jendoubi, actual número uno del mundo.
Derrota en cuartos y confianza en la repesca
No contaba Adrián Vicente con el duro golpe que se llevó en los cuartos de final. Cuando todavía no nos habíamos repuesto de la derrota de Adriana Cerezo llegó un segundo jarro de agua fría para nuestro taekwondo. Adrián no pudo con el azerbaiyano Gashim Magomedov. En un combate intenso y con muchos puntos, fue superior al español y le ganó la partida en dos asaltos.
Eso sí, Adri, pese a la dura derrota, no perdía la fe. Pasó rápido por zona mixta. No quería perder la concentración porque aún podía agarrarse a la repesca. "Seguimos en el foco, confío en él. Es un buen rival y un gran amigo. Toda España estamos con él y vamos a por todas". Si el azerbaiyano ganaba, Adri entraba en la repesca. Y así fue, su colega le echó un cable. Venció al italiano Vito Dell Aquila y se metió en la final abriendo las puertas de la repesca para Adrián Vicente.
El debut vino con susto y remontada
"El final sido bastante frenético, creo que ha quedado bastante guapo". Todavía recuperando las pulsaciones, Adrián Vicente sonreía al recordar los últimos 15 segundos de su combate de octavos de final. El palestino Omar Yaser no iba a regalarle la victoria. Pasó un minuto hasta que Adri sumó su primer punto, pero no fue capaz de distanciarse en el marcador hasta que pidió la revisión por un o en la cabeza. Se la dieron, amplió su ventaja y se llevó el primer asalto 3-8.
El final ha sido frenético. Ha quedado bastante guapo...
El susto llegaría en el segundo. A falta de 13 segundos Adrián perdía 6-3. Necesitaba un ataque preciso a la cabeza. Y lo hizo. Remontó y ganó por la vía rápida en dos asaltos: "Tengo a los míos que me animan y me han dado ese empujón. He visto el hueco y he estado acertado", explicaba.