Sentimientos encontrados para un Fernando Alonso que sumó su sexto abandono de la temporada en carrera. Le mandaron parar por un problema en el motor cuando estaba firmando una buena remontada. El objetivo era entrar en los puntos y poder superar a Ocon en la clasificación de pilotos. Pero no fue posible.
"El motor una vez más. Creo que perdía agua y me mandaron parar. Es un poco el resumen del año", sostiene Fernando Alonso en los micrófonos de Dazn. Estaba frustrado y se le notaba, pero ahora sí ya es su despedida de Alpine.
A partir de mañana pensará en verde y dejará atrás un año para olvidar en materia de problemas de fiabilidad. Lo de hoy también le ha impedido estar en pista con Vettel al final. Quería despedirse de él en pista haciendo algo especial, pero no ha tenido esa oportunidad.
"Creo que hemos sido rápidos todas las carreras y todo el año, pero han sido seis abandonos", asume. Y recapitula todos los inconvenientes a los que ha tenido que hacer frente este año. Han sido muchos. "En Australia que el coche se rompió en la crono, en Austria que ni arrancó en la Sprint Race, en Canadá que me quedé sin batería... son nueve o diez abandonos", calcula.
Pero eso ya forma parte del pasado. Ya piensa en Aston Martin, en la nueva puerta que tiene delante de él. Y le hace feliz. "Tengo ilusión de mañana hacer el asiento, empezar un nuevo proyecto que siempre es ilusionante", sostiene emocionado.
También es positivo de cara al año que viene. Ha acumulado mucha mala fortuna esta temporada. Parecía que todo le pasaba a él. Al final, acabó a 11 puntos de Ocon, pero firmando esa cuarta plaza en Constructores. Una de cal y otra de arena. "Será un 2023 con mucha más suerte", sentencia.