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Franco Colapinto tuvo un fin de semana muy complicado en el Gran Premio de Brasil. Parecía que iba a ser una prueba muy emocionante para él por tener su público más cerca que nunca, pero todo se torció con el fallecimiento de su abuelo justo antes de arrancar la vigesimaprimera cita del Mundial. El argentino acabó duodécimo en la sprint, pero luego sufrió dos accidentes, tanto en la clasificación como en la carrera, y no pudo completar las 69 vueltas al circuito de Interlagos.
Las condiciones durante todo este fin de semana han sido muy difíciles para todos los pilotos, pero más para alguien como él que, en su corta experiencia en la máxima categoría del automovilismo, esta era su primera vez en lluvia con uno de estos coches. Por radio se comunicó con su equipo y les pidió realizar una parada en boxes para poner los neumáticos de lluvia. Finalmente no le hicieron caso y sufrió un accidente que provocó la bandera roja en el circuito.
La desesperación por radio
La lluvia se intensificó durante la carrera y Franco no dudó en comunicarse con su ingeniero para decirle que era el momento para cambiar el compuesto intermedio por el de lluvia. A lo que Gaetan Jego le contestó lo siguiente: "Espera, necesitamos mantenernos en pista. Solo necesitamos aguantar, creo que la lluvia va a parar después de un minuto". Ante esta contestación, el del Pilar no parecía muy conformé y siguió insistiendo, pero sin ningún éxito.
Lejos de parar de llover, la pista cada vez era más complicada para todos. Desde el equipo le mandaron un mensaje claro a su piloto: "Modo supervivencia ahora mismo. Solo concéntrate y no cometas errores. Sé que está complicado ahí fuera". Aún así, no paró de insistir y Gaetan cerró la conversación pidiéndole que recordase lo que habían hablado y le pidió que cada uno se centrase en su trabajo. Tras la prueba, el de 21 años aseguró estar bien físicamente tras el golpeó y habló del malentendido con su escudería: "Ellos son los que plantean y ellos los que deciden".
Esta no es la primera vez que el joven piloto habla con su equipo para temas de estrategia, pues ya en Austin les convenció de comenzar la carrera con el compuesto duro, mientras que la mayoría salía con intermedios. En aquella ocasión sí se salió con la suya, y además fue una buena decisión. Ya bromeó tras aquello que sino conseguía sitio como piloto se haría ingeniero de estrategia. Y, por segunda vez en el poco tiempo que lleva en el Gran Circo, dio un apunte acertado y contradijo a su equipo, pero Williams no le hizo caso y terminó de la peor forma posible. Más adelante en la prueba, la lluvia comenzó a desaparecer del circuito y los pilotos que seguían en pista pudieron completar la carrera.
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