Verstappen quiere ganar con otro coche

Max Verstappen es el mejor piloto que he visto a pie de pista en el cuerpo a cuerpo. Y son 25 temporadas ya. Algo que incluye, en bastantes ocasiones, saltarse el reglamento. Pero ese es un problema de los comisarios, no suyo.

No es el mejor a una vuelta, aunque este año se ha destapado con unas grandes calificaciones cuando el coche estaba peor. Tensa la cuerda con los equipos. Deslenguado y poco acomodaticio, suple eso con una rapidez endiablada y, desde que se proclamara campeón del mundo por primera vez en 2021, una casi completa ausencia de errores. Los dolores de cabeza que dan sus radios, su padre, que no sea ni mucho menos amigo de Christian Horner, lo compensa con un talento que alarga la leyenda de Red Bull.

Del caos a la gloria

Todo esto el año que han perdido a Adrian Newey y en el que casi salta todo por los aires por la denuncia de una secretaria del equipo. Ya se ha olvidado, pero Jos, su padre, ha dicho en repetidas ocasiones que quiere llevarse a su hijo del equipo que le ha hecho grande. Ante esto el tetracampeón respondió este domingo con unas declaraciones de amor a su escudería: "Soy muy leal al equipo, por supuesto. Lo que han hecho por mí, me ficharon de la Fórmula 3 y me dieron un asiento en la F1. Y todas las emociones vividas con ellos a lo largo de estos años... Cuando hay momentos difíciles, sería sencillo decir adiós, olvidarlo o ignorarlo, pero es mucho más importante afrontarlos, pasar por ellos juntos y volver a centrarnos en el rendimiento. Divertirnos ahí fuera. Si no lo haces es imposible seguir". Sin decirlo, se alegra de no haberse ido de su equipo como quería su progenitor.

Chulería (merecida) de campeón

El holandés terminó el corralito tomándose discretamente una cerveza, en un inicio tempranero de la fiesta a la que estaba invitado Russell, no así Norris, antes mejor amigo de lo que es ahora. Pero todos ellos son de la pandilla de Mónaco. A veces se les une Alonso, que también acudió presto a darle la enhorabuena. Al asturiano le dijo: "Te he saludado desde el coche eh". No confundir con el que muchos creyeron (y yo al principio) que era un "te esperaré", en referencia a una posible lucha futura por el título.

Buenas palabras para Lando: "Le he dicho que algún día será campeón del mundo". Y chulería cuando habla de si habría podido ser campeón con un McLaren o un Ferrari: "Con el McLaren seguro que sí, y antes. Y con Ferrari también. Con el que no podría haber sido campeón es con Mercedes". En esta sencilla frase, que no creo que le haga gracia a los pilotos de esas escuderías, tira varias cargas de profundidad.

Aparte de decir al mundo que se ve bastante por encima del resto, se la tira a un Zak Brown al que le dijo entre sonrisas: "¿No decías que sólo ganaba porque tenía el mejor coche, eh?". Y especialmente a Toto Wolff y Mercedes. El mensaje es claro, si mejoráis el coche igual voy, con lo que había este año en pista (antesala del 2025) no me sirve. Creo que, con cuatro mundiales seguidos en la misma escudería, y un quinto que también es posible, la motivación a futuro de la estrella holandesa es ganar con otra escudería. Convertirse en un campeón de campeones, ya sea con siete u ocho títulos. Al estilo Schumacher, el amigo de su padre con el que pasaba parte de sus vacaciones de pequeño. El tío Michael, que le llevaba en brazos. A ojos de los Verstappen, el campeón de campeones. Y la oferta de Mercedes para 2026 pronto estará en la mesa...