Su primer recuerdo olímpico llega del salón de su casa, junto a su padre, viendo por la televisión Barcelona’92. Ahora, 33 años después de aquello, su piel refleja su propia historia olímpica, con los tatuajes de los cinco Juegos en los que ha hecho historia. Con seis medallas -dos oros, dos platas y dos bronces-, Saúl Craviotto (Lleida, 1984) se ha convertido en el español más laureado del Olimpo, un excelso currículo en el que también figuran 11 medallas mundiales (cuatro de ellas de oro) y otras ocho europeas.
Su constancia, la virtud de la que se siente más orgulloso, ha sido una de las claves de su éxito. El póster del piragüista noruego Knut Holmann que colgaba en su habitación ya apuntaba que su pasión estaba en el kayak. Padre de familia numerosa, siempre lleva los chupetes de sus hijas en las cuerdas del timón, una forma de tener a su familia más cerca cuando viaja a las competiciones.
Gran amante del queso, que siempre tiene en la nevera, su paso por ‘Master Chef’ le hizo más conocido, pero lo que de verdad le cambió la vida fue aquel oro que logró en Pekín 2008 en el K2 500 junto a Carlos Pérez, ‘Perucho’, un metal que ni ellos mismos se imaginaban cuando ambos tarareaban ‘Cantinero de Cuba’ para espantar los nervios previos a la final.
Desde entonces su leyenda ha ido creciendo a golpe de podios olímpicos y en París, selló su presencia en solitario en el Olimpo con un bronce en el K4 500, junto a Carlos Arévalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade. En medio, una plata en Londres 2012 (K1 200), un oro y un bronce en Río 2016 (K2 200 y K1 200) y una plata en Tokio 2020 (K4 500) completan un palmarés, en el que ahora figura también el MARCA Leyenda.
Comentarios