El gol de Sergio Camello lo cantó en su día toda España y en el MARCA Sport Weekend lo narró toda Málaga. En la Plaza de la Constitución el delantero de la Selección Olímpica recordó junto a cientos de niños un momento inolvidable. Los más pequeños narraron el tanto que anotó el madrileño en la final de los Juegos Olímpicos de París y con ellos recordó un momento que entró en la historia del deporte español.
El propio protagonista, que no llegó al campeonato como titular, habló de la importancia de estar preparado y sumar antes de recibir el galardón por su tanto de MARCA. "Acepté ese rol y sumé para hacer mejor a mis compañeros. Santi me estuvo diciendo durante toda la semana que iba a marcar el gol de la final. Antes de conseguir el pase ya me lo dijo. Cuando te lo dicen el primer día te ríes, dices, no juego ningún minuto y es imposible. Cuando te lo empieza a repetir te lo empiezas a creer y creo que te lo crees tanto que al final se hace realidad. Con Santi tengo muy buena relación. Él lo tenía claro y yo, al final, tenía presión por marcar".
Hablando del momento más especial que ha vivido Sergio como futbolista, el propio protagonista destaca la importancia que tuvo toda la gente que le rodeó en ese momento para llegar al éxito. "Ese gol lo metió todo el equipo, mis compañeros, el entrenador de porteros, los fisios, el entrenador, todos los que me hicieron creer en mí".
Si el primer tanto de la prórroga fue el éxtasis, el segundo supuso la tranquilidad y la consecución del éxito. "El segundo es el que más disfruto. Es cuando metemos el quinto y no queda tiempo. Entonces uno ya sabía que había alcanzado la gloria y has aportado un granito de arena en todo el camino que recorrimos con los compañeros. Es el gol más bonito que he metido y, creo, que voy a meter", recordó Camello antes de recibir uno de los galardones del MARCA Sport Weekend ante numerosos niños y niñas.
Ser campeón olímpico, jugar en un Primera división, ser uno de los jugadores más destacados del Rayo Vallecano y destacar por ser una persona totalmente sencilla hace que Sergio Camello sea un jugador con mucho carisma y que cuente con el cariño del gran público. Así se vio en la Plaza de la Constitución de Málaga cuando el delantero atendió uno por uno a todos los niños y niñas que se dieron cita en el acto y a los más mayores que también reclamaron fotografiarse con él.
Además, el propio Sergio Camello disfrutó viendo como el público narraba uno de sus goles de la final de los Juegos Olímpicos de París y habló sobre su deseo para el futuro: "Al final de mi carrera, lo único que quiero es que se me recuerde como un tío natural, como una persona simple, como uno más de vosotros. Después del oro, sería lo más grande que me puede pasar".
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