Jannik Sinner es el jugador más dominante en el tenis masculino desde las mejores épocas de Novak Djokovic. El número uno mundial cuenta por victorias la mayoría de sus partidos. Ya son 27 ganados de los últimos 28, con el único lunar en la final del Open 500 de Pekín con Carlos Alcaraz. El último triunfo llegó este jueves en los cuartos de la Copa Davis ante Sebastián Báez, por 6-2 y 6-1.
La grada del Martín Carpena estaba llena para ver al tenista total, capaz de pegar la pelota desde cualquier posición de la pista. A pesar de llegar a Málaga con la batería prácticamente vacía dio un recital.
Sinner, a pesar de jugar con la presión de tener que ganar a Sebastián Báez para llevar la serie con Argentina al decisivo punto del dobles, jugó con la tranquilidad que da saberse el mejor.
Jannik rompió el saque de su rival las veces que quiso y fueron concretamente cuatro. La primera llegó en el cuarto juego de la manga inicial y fue en blanco. La pelota del campeón de dos grandes viaja demasiado rápida para sus adversarios.
Argentina le debía a Báez estar en la fase final de Málaga. No en vano, evitó la eliminación en febrero tras levantar dos pelotas de partido con el kazajo Dmitry Popko.
El tenista de San Cándido ha decantado a su favor 10 de los 11 individuales disputados en Copa Davis. Italia expone su corona ahora en el dobles. Estaban anunciados Simone Bolelli y Andrea Vavassori. Jugarán Sinner y Matteo Berrettini.
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