- Directo. Así vivimos en Alcaraz - Sinner
Carlos Alcaraz y Jannik Sinner salieron a la Arthur Ashe a escribir toda una oda al tenis. Las dos mayores promesas vinieron a demostrar porqué son considerados como el futuro del tenis. Dejaron claro a los más escépticos que sí, que el futuro del tenis está en buenas manos. Además, ya no hay dudas de que tanto el español como el italiano son presente. Al contrario de lo que pasó en Wimbledon y Umag este año, Alcaraz se impuso a Sinner en el partido que terminó más tarde en toda la historia del US Open. A las 2:52 de la madrugada neoyorkina. Tras 5 horas y 16 minutos de juego.
El partido empezó bien para Alcaraz. Rompió el saque de un Sinner que fue de menos a más con el servicio. Con un juego bastante sólido, dominando con su derecha cruzada, el español se apuntó la primera manga. No sin sufrir. Porque Sinner fue ganando solidez con el paso de los juegos de la primera y, sobre todo, de la segunda manga.
El italiano rompió el saque del español en el tercer juego del segundo set. Esa ventaja la tuvo hasta el décimo. Ahí Alcaraz sacó todo su temple para recuperar la rotura. Tuvo cuatro bolas de set antes de ir al tie break, donde tuvo otra. Al final, un perfecto Sinner igualó el marcador.
La guerra del milímetro
Pasaban las horas y el juego de ambos tenistas no bajaban. Tanto Alcaraz como Sinner se dejaron todo el pista. No paraban de repartirse misiles desde el fondo de la pista. Lo más increíble de todo, es que ninguno de los dos cedía y devolvían los golpes ponían aún más potencia. Cada uno luchaba por ese milímetro que define si un bola es buena o es malo. Y, al menos en el tercer eso, esa batalla se la apuntó el italiano en un nuevo tie break.
El cuarto set parecía que iba a coger el mismo camino de los anteriores. Jannik Sinner estaba jugando de forma perfecta y, ahora Alcaraz estaba más errático. La presión se podía sentir en el juego del murciano que le gritaba a su box que no "sabía cómo sacar".
De la presión a la épica
5-4 a favor del italiano y saque para cerrar el set. Ese era el momento que eligió Alcaraz para volver a demostrar su talento. Salvó una bola de partido para después hacer el break. No fue la única rotura del español en los juegos finales del set. En el duodécimo juego, tras mucho sufrir, igualó el partido y lo mando al quinto set.
El partido esta para una quinta manga. Es lo que se merecían ambos tenistas y los presentes en la Arthur Ashe. El reloj traspasaba las cinco horas de partido y las 2:30 de la madrugada en Nueva York. Ya era el partido que más tarde acababa en la historia del US Open. Y al estar haciéndose historia, ni Alcaraz ni Sinner aflojaron en set definitivo.
Se intercambiaron unos breaks en los compases iniciales del set, pero el definitivo ocurrió en el octavo juego. Después, ya con 5-3 y saque, Alcaraz no dudó.
De la tristeza del año pasado al tener que retirarse ante Auger-Aliassime, a la alegría 365 días después. En semifinales le espera Tiafoe, verdugo de Nadal. Alcaraz ya está historia en este US Open, pero aún quedan dos pasos para algo más grande. Con la actitud y mentalidad desplegada hoy, el murciano será aspirante a todo lo que ?le quiera.