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Rafa Nadal parece no estar pasando su mejor momento en cuanto a lo personal se refiere, aunque sigue pasando de ronda sin agobiarse más de la cuenta en el abierto de Estados Unidos.
El tenista tiene la cabeza en otro lugar: concretamente en su mujer Mery Perelló, de 34 años, que está embarazada de casi siete meses y ha estado hospitalizada por alguna dolencia sin determinar.
El tenista se siente un tanto cansado de las informaciones contradictorias de la prensa al no respetar la intimidad del tenista. Por ello, finalmente se ha visto obligado a hacer algunas declaraciones: “Por mucho que salieran según qué tipo de informaciones en la prensa acerca del estado de mi mujer, mi mujer está bien, ya lo dejo caer”, afirmó Nadal.
Los resultados siguen acompañando a Nadal
Lo de Nadal es de irar, hace unos meses ganó un partido de cuartos de final lesionado, con una raja muscular en el abdomen de 8 cm de apertura, aun así eliminó a Fritz.
Esta vez ha sido más un bajón mental debido al estado de su mujer y su futuro bebé, esta madrugada (hora española) el tenista mallorquín ha sufrido de ansiedad mientras disputaba su partido contra Fognini. Esto se debe a las preocupaciones que tenía en la cabeza relativas al estado de salud de su mujer, quien parece que afortunadamente ya se está recuperando en casa.
Un tenista profesional suele tratar a menudo con psicólogos deportivos, al menos, durante el transcurso de torneos de gran envergadura, como este de Nueva York. Si a eso se suma una causa de fuerza mayor como es el embarazo de tu mujer, puede ocasionar problemas que ni siquiera con terapia pueda solventar. Por ello, Rafa ayer mostró síntomas de debilidad durante un partido que, a partir del segundo set no le resultó muy complicado ganar.
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