Es la gran obsesión del ser humano. A pesar de haber sido capaces de hacer todo tipo de descubrimientos, el fondo oceánico se sigue resistiendo. En parte, porque la tecnología anterior no permitía realizar ciertos estudios con certeza. La NASA y la Agencia Espacial sa (CNES), con su nuevo satélite SWOT (Surface Water and Ocean Topography), tienen como objetivo acabar con este problema.
Gracias a este nuevo estudio, tres científicos (Yao Yu, David T. Sandwell y Gerard Dibarboure) ya han publicado el primer análisis de la masa tectónica del interior de los océanos. Los tres se han guiado por los datos obtenidos por SWOT para sentenciar que hay colinas y volcanes submarinos que era imposible haber apreciado antes con la tecnología antigua.
¿Qué han observado los investigadores en la capa más profunda del océano?
“En este mapa de gravedad elaborado a partir de tan solo un año de datos SWOT, podemos ver colinas abisales individuales, junto con miles de pequeños montes submarinos inexplorados y estructuras tectónicas previamente ocultas enterradas bajo sedimentos y hielo”, comenta Yao Yu sobre los primeros indicios de su investigación.
Cómo funciona el satélite de la NASA para observar el interior de los océanos
El SWOT utiliza un innovador radar interferométrico de apertura amplia (KaRIn), que le permite medir la altura del agua con una precisión sin precedentes. Tanto es así que puede detectar variaciones de hasta centímetros en la altura del agua y escanea todo el planeta cada 10 días, recopilando datos de áreas que antes no podían estudiarse con satélites tradicionales.
Este satélite proporciona a los investigadores imágenes cruciales para conocer el impacto del cambio climático y la gestión de los recursos hídricos. También puede ayudar a predecir inundaciones y sequías, lo que significa un gran avance en la observación del agua que rodea todo el entorno terrestre.
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