Universidades tan prestigiosas como Harvard son habitualmente el mayor punto de interés para cualquier estudiante. La mayoría cree que cursar estudios en sus instalaciones asegura, o casi, un puesto de trabajo al salir. La realidad, no obstante, demuestra que esto no es realmente así y una prueba de ello son los MBA, de los cuales ha hablado recientemente Santiago Niño Becerra.
El conocido experto ha empleado su perfil en redes sociales, concretamente en X, para expresar su punto de vista acerca de la evolución de unos preocupantes datos sobre estos cursos superiores de istración de Empresas. “The Economist lo apuntó hace casi diez años: los MBAs estaban perdiendo brillo. Aunque hace diez años era difícil apreciar que lo que en ellos se aprendía era cada vez menos necesario hoy es evidente que es así”, comienza el discurso de Becerra.
“Antes, meses antes de finalizar el curso, cada participante en un MBA había realizado varias entrevistas en las que las ofertas de remuneración podían ser el 40% superior a la de su actual empleo o hasta el 30% mayor que la media del mercado si era su primer empleo. Al acabar, o estaba trabajando o ya le estaban esperando en otro sitio”, explica el doctor en Economía.
El motivo del cambio de rumbo en los MBA
Sin embargo, esta tendencia está yendo a menos con el paso de los años: “Desde hace un par de años que esto ya no es así. En el 2024, el 23% de quienes cursaron el MBA de Harvard no estaban trabajando tres meses después de finalizarlo. En el 2023, fue el 20% y el 10% en el 2022”.
Becerra insiste en que estos datos no son exclusivos de Harvard, sino que se extienden a otros centros de prestigio. “En otras universidades de prestigio estas cifras son parecidas. No es que este fenómeno sea necesariamente negativo pero pone de manifiesto, otra vez, que se está produciendo una transición de modelo económico-social en el que los requerimientos formativos y las formas de aprenderlos son distintos”, sentencia.
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