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Una de las cadenas hosteleras más conocidas de la capital madrileña ha tomado la decisión de cerrar sus puertas. Embassy, cuya historia ha durado casi un siglo, ha finalizado su actividad en los seis establecimientos que tenía en Madrid. Los locales estaban en Aravaca, La Moraleja, Núñez de Balboa, O'Donnell, Chamartín y Santa Engracia. También contaba con un córner en El Cortés Inglés.
No obstante, el primer Embassy se fundó en 1931 con un emblemático lugar en el Paseo de la Castellana. Un local que fue fundado por la británica Margarita Kearney Taylor. En sus primeros años de vida, en un contexto bélico tanto a nivel nacional como internacional, la cafetería se convirtió en un punto de encuentro para espías británicos y estadounidenses. Como anécdota, en este establecimiento se concertó el salvamento de 30.000 judíos en plena Segunda Guerra Mundial.
“Embassy hizo descubrir los muffins, los scones, los tés Darjeeling y Lapsang Souchong a una burguesía que no conocía esas delicadezas del imperio británico”, aseguró Víctor de la Serna, escritor y periodista. Sin embargo, el primer revés de la cadena fue el cierre de este local en 2017.
Un problema de liquidez, clave para entender el cierre de Embassy
Desde la empresa, en declaraciones recogidas por el diario El Mundo, se asegura que había un problema de liquidez: “La subida de costes de las materias primas, de la energía, la subida de costes laborales y las dificultades para acceder a financiación, unidas a la no recuperación de las ventas previas a la pandemia, nos ha llevado iniciar un proceso de negociaciones de conformidad con los artículos 583 y siguientes del texto refundido de la Ley Concursal”.
Asimismo, desde el citado medio apuntan a un conflicto laboral con algunos trabajadores por el retraso en el cobro de sus salarios. No obstante, desde Embassy se insiste en que todos los profesionales están al corriente de pago. “El mundo del dulce está de capa caída. La gente se ha centrado en la comida saludable y huye del azúcar. Pero nuestro problema no es de modelo de negocio, sino de falta de liquidez”, señalan desde la compañía.
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