Anna y Jordi tuvieron la oportunidad de cenar juntos en su primera cita en 'First Dates', el programa de Cuatro presentado por Carlos Sobera. Este martes, 21 de noviembre, ambos se conocieron y compartieron una velada que esperaba ser agradable. Sin embargo, acabaron de forma abrupta, pero dejando alguna que otra anécdota interesante en el camino.
El presentador del programa creía que todo iría bien entre ambos. Así, sin conocerse, lo cierto es que parecía que la cita iba a ser divertida y, quién sabe, quizás entre ellos cuajara algo más que una amistad. Pero realmente no llegaron ni a eso. Se dieron cuenta muy rápido de que sus vidas no encajaban porque tenían planes diferentes.
Anna es farmacéutica, vive cada día “como si fuera el último” y se ha definido a sí misma como “una rosa roja con espinas”. Quiere un hombre que la comprenda. Por su parte, Jordi es paciente, calmado, romántico, payasete y campechano. O, al menos, eso es lo que le ha contado a su cita.
Ni amor ni amistad en la cita de 'First Dates'
Cuando la química no está, no se puede inventar. Es algo que ya ha pasado en muchas ocasiones en el 'dating show' que Cuatro emite todas las noches entre semana. Los nervios del hombre, que llegó a olvidarse el nombre de su cita, fueron la gota que colmó el vaso. Aunque cenar sí cenaron... con dos anécdotas incluidas.
La primera fue la bajada de azúcar que sufrió en pleno programa Anna. Ya había avisado de que era diabética, e incluso enseñó cómo se medía el azúcar. Se dio cuenta de que sus niveles de glucosa eran bajos e, inmediatamente, pidió que le diesen algo para recuperarse. Mientras se bebía el agua con azúcar, y las aguas volvían a su cauce, aunque Jordi seguía con el susto en el cuerpo. Tanto que, otra vez, se olvidó del nombre de su cita.
Estaba claro que entre ellos no iba a pasar nada más. Jordi tiene un hijo y a ella le “encantan los niños, pero para un rato”. A él tampoco le gustó que ella se definiese a sí misma como “materialista”. Eran puntos en los que era imposible que se llegasen a poner de acuerdo a fin de cuentas.
Pero si algo terminó por cerrar cualquier tipo de relación posterior fue el momento del 'Rasca del Amor'. Jordi no podía creer lo que estaban viendo sus ojos, ni tampoco lo que estaba escuchando. “¿Vas a robar? Si no robo algo de recuerdo, no soy yo”, le dijo ella sin ningún tipo de tapujo. Intentó llevarse la moneda, pero al final, no pudo completar el hurto.
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