El Dogfight Wild Tournament 3 fue un evento magnífico. Los fans de los deportes de o que estuvieron en el Olímpico de Badalona disfrutaron de lo lindo de las peleas, con distintos formatos, los golpes y en general con todo lo organizado por Jordi Wild y Gonzalo Campos.
Sin embargo, hubo un combate que se quedó un poco en una decepción, el main event. El 'royal rumble' de 10 personas terminó antes de lo previsto, y fue por una decisión de formato inesperada. La franja roja que delimitaba el cuadrilátero no ayudó, ya que los peleadores trataban de alejarse de sus rivales, y se autoeliminaban.
Poca pelea en el royal rumble de 10 personas
Campos fue muy claro sobre el combate principal, sin paños calientes: "No fuimos capaces de ver que el caos ante que te vengan dos es no saber dónde estás, y el que va buscando sabe perfectamente dónde está la línea roja. Te fingen que te van a tirar un puñetazo, te tapas la cara, te empujan y eliminado".
No quiso buscar culpables, pero sí explicar qué idea tenían de lo que debía pasar, aunque después no se cumplió: "¿A quién se le ocurrió? A mí y a Jordi. Queríamos hacer que hubiese posibilidad de echar para que pudieran haber derribos entre tanto KO, pero hubo empujones, y eso fue anticlimático".
Esto no fue lo único que han visto que tendrán que cambiar, ya que las uniones entre peleadores no se dio como esperaban: "¿Qué mas salió mal? Lo de las alianzas. Lo que iba a ser un dos contra dos de cinco parejas se convirtió en un cinco contra cinco en el que la gente no estuvo muy brava.Entonces dejó de ser un caos, pero se convirtió en una pelea de bandos".
"Una cosa que ya hay que corregir y ya sabemos cómo es lo de la franja roja. No voy a contarlo porque depende más de Jordi, de cómo quiere hacer esa comunicación. Lo que yo jamás haría es poner escrito en piedra algo que luego puede ser distinta", terminó, indicando que ya saben cómo lo van a solucionar.
El evento de streamers más sangriento
Lo cierto es que más allá del main event, el Dogfight Wild Tournament fue toda una locura. Muchas peleas distintas, con máxima violencia y competitividad. Desde los uno contra uno de leyendas, como el combate de chicas o los dos contra dos de pesos pesados, no dejaron a nadie indiferente.
El público que llenó el Olímpico de Badalona no se quedó con las ganas, y disfrutó de lo que habían pagado para ver, una tarde de deportes de o con los formatos más locos, con golpes, derribos... y que terminó con un todos contra todos de 10 personas, aunque fuera caótico.
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