MARCA Sport Weekend. Marbella, 16 de noviembre de 2019. El mítico Anatoly Karpov, uno de los protagonistas destacados del evento, realiza a toque de gong el saque de honor del Campeonato de España Absoluto. Tras el acto y las fotos protocolarias, Francisco Javier Ochoa de Echagüen, presidente de la Federación Española (FEDA), Manuel Azuaga, del diario Sur de Málaga, y el que estas líneas escribe, compartimos con el campeón un café en la terraza del hotel donde se disputa la prueba. Hace buen tiempo a media tarde con una agradable brisa marina, y como no podía ser de otra forma surge en la conversación la pregunta del millón: ¿Quién será el próximo Campeón del Mundo, el jugador que conquiste el trono del casi invencible Magnus Carlsen? El gran maestro de los Urales, siempre un fino analista y con un olfato excepcional para reconocer el talento, no duda y responde casi al instante: "Un jugador chino". Le inquirimos si piensa en Liren Ding. Karpov, simplemente, sonríe.
El pronóstico de Karpov se cumplió cuando DIng derrotó con las piezas negras, en la cuarta y última partida rápida (25+10) del desempate -después de tres tablas anteriores-, al ruso Ian Nepomniachtchi. Un triunfo de una sangre tan fría como el hielo, que sin duda hubiera firmado el 'gelido' Anatoly de finales de la década de los 70 y comienzo de los 80 del siglo pasado. Con el corazón latiendo a más de 150 pulsaciones por minuto, el chino se jugó el todo por el todo, cuando lo cómodo hubiera sido forzar las tablas por jaque perpetuo y disputar dos partidas adicionales en la modalidad relámpago (5+3). En una posición ventajosa pero con mucho veneno, en la que algunos momentos tenía que hacer jugadas únicas para no perder, el asiático lanzó sus mejores golpes. Ding, que siempre ha ido a remolque en el encuentro -concluyó 7-7 en las partidas a ritmo clásico (90+30)-, flotó en el instante decisivo como una mariposa y picó como una abeja en el más puro estilo Muhammad Ali. Una victoria en 68 movimientos que significa convertirse en el 21º jugador que ostenta la corona desde la creación del título en 1886. Todo ello acompañado de un premio de 1,1 millones de euros (0,9 para el perdedor).
"Este encuentro refleja lo más profundo de mi alma", declaró Ding nada más terminar el mundial. Siempre muy espiritual, de gustos sencillos, al que su madre, después de ir al mercado como una persona cualquiera, preparaba todos los días su bol de arroz blanco, dedicó el triunfo a sus amigos, su madre y su abuelo. irador de Kasparov, Carlsen, Veselin Topalov y Francisco Vallejo, ajedrecistas muy imaginativos y originales, se mostraba muy aliviado segundos después de concluir el duelo: "Fue un momento muy emotivo. No pude controlar mis sentimientos. Me conozco, lloraré y luego seguiré llorando". Un mundial que ha sido muy seguido en China, país que puede presumir también de un gran dominio en el ajedrez femenino, con varias campeonas y Yifan Hou ocupando de manera indiscutible y con gran diferencia en primer puesto en las listas de la Federación Internacional (FIDE).
La otra cara de la moneda era Nepomniachtchi, quien comentó que los desempates tienen un gran componente de lotería y que ganó, parodiando a Xavielly Tartakower, el que cometió menos errores: "Tuve una oportunidad y muchas posiciones prometedoras. Debería de haber intentado ganar el mundial en las partidas a ritmo clásico; fue cuestión de sólo uno o dos movimientos precisos...". Sobre lo que ocurrió en el desempate declaró: "Tuve una gran posición en la segunda rápida y debí de jugar de manera más cuidadosa. En la cuarta, Ding tenía la iniciativa, pero ambos teníamos poco tiempo. No imaginaba que podría perder esa posición, pero resulta que si se puede".
El título mundial conseguido por Ding servirá para que muchos cuestionen la supremacía de Carlsen, quien por falta de motivación ante un nuevo encuentro con Nepomniachtchi, a quien barrió en Dubai 2021, decidió renunciar a la corona y seguir jugando torneos. El chino es de los pocos jugadores que aparte de ganarle bastantes partidas a ritmo clásico ha logrado cuestionar su superioridad en partidas rápidas. Y además de un gran talento, tiene hielo en las venas y una capacidad de resistencia digna de un país milenario.
Nepomniachtchi-Ding
Campeonato del Mundo. 4ª desempate.
1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5 a6 4.Aa4 Cf6 5.0-0 Ae7 6.d3 b5 7.Ab3 d6 8.a4 Ad7 9.h3 0-0 10.Ae3 Ca5 11.Aa2 bxa4 12.Cc3 [Apartándose de 12.Ad2, que jugó Nepomniachtchi en la 2ª partida de desempate] 12...Tb8 13.Ab1 De8 [Novedad, lo conocido es 13....c5] 14.b3 c5 15.Cxa4 Cc6 16.Cc3 a5 17.Cd2 Ae6 18.Cc4 d5 19.exd5 Cxd5 20.Ad2 Cxc3 21.Axc3 Axc4 22.bxc4 Ad8 23.Ad2 Ac7 24.c3 f5 25.Te1 Td8 26.Ta2 Dg6 27.De2 Dd6 28.g3 Tde8 29.Df3 e4 [(Ding decide asumir riesgos en vez de la tranquila 29...Ce7 ] 30.dxe4 Ce5 31.Dg2 Cd3 32.Axd3 Dxd3 33.exf5 Txe1+ 34.Axe1 Dxc4 35.Ta1 [A este ritmo no era fácil ver 35.Td2, con buen juego para las blancas] 35...Txf5 36.Ad2 h6 37.Dc6 Tf7 38.Te1 Rh7 39.Ae3 Ae5! 40.De8 Axc3 41.Tc1 Tf6 [Empieza el recital de sangre fría del chino] 42.Dd7 De2! 43.Dd5 Ab4 44.De4+ Rg8 45.Dd5+ Rh7 46.De4+
46...Tg6 [Con menos tiempo que Nepomniachtchi y dos minutos en el reloj, Ding decide asumir riesgos sin importarle caminar por el abismo] 47.Df5 c4 48.h4 [Lo indicado era 48.Df4 ] 48...Dd3 49.Df3 Tf6 50.Dg4 c3! 51.Td1 Dg6 52.Dc8 Tc6 53.Da8 Td6 54.Txd6 Dxd6 55.De4+ Dg6 56.Dc4 Db1+ 57.Rh2 a4 58.Ad4 a3 59.Dc7 [Con la ayuda del módulo y sin tiempo no es fácil ver 59.h5] 59...Dg6 60.Dc4 c2 61.Ae3 Ad6 62.Rg2 h5! 63.Rf1 Ae5 64.g4 hxg4 65.h5 Df5 66.Dd5 g3 67.f4 a2 68.Dxa2 Axf4, y las blancas abandonaron. (0-1).
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