En una decisión que ha conmocionado al mundo del deporte y la cultura, el gobierno talibán de Afganistán ha prohibido indefinidamente la práctica del ajedrez en el país, citando preocupaciones religiosas. La medida fue confirmada por Atal Mashwani, portavoz del Comité Olímpico Nacional de Afganistán, quien declaró a EFE: “Debido a preocupaciones religiosas con respecto al juego, el ajedrez ha sido suspendido en el país por un período indefinido”.
"También está prohibido por la Ley del Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio. Por lo tanto, hasta que se aborden estas preocupaciones, el deporte del ajedrez está suspendido en Afganistán", añadió el portavoz.
Una tradición milenaria en peligro
El ajedrez tiene una larga historia en Afganistán, donde ha sido practicado durante siglos. En 1987, el Ministerio de Educación y Ciencia bajo el gobierno del presidente Najibullah lo implantó como asignatura en todos los centros educativos, reconociendo sus beneficios en el desarrollo intelectual y estratégico de los estudiantes. Sin embargo, la llegada al poder de los talibanes en 1996 marcó el inicio de una era de restricciones para este juego. Durante su primer régimen, el ajedrez fue prohibido bajo la interpretación más estricta de la ley islámica, asociándolo con el pecado y el desvío de la devoción religiosa.
A pesar de la represión, el ajedrez nunca desapareció por completo en Afganistán. En 2022, el gobierno talibán revocó temporalmente la prohibición, permitiendo que el equipo nacional participara en la Olimpiada de Ajedrez en Chennai, India. Este gesto fue interpretado como una señal de apertura hacia la práctica del ajedrez en el país. Sin embargo, la reciente decisión de suspender nuevamente el ajedrez pone en duda la estabilidad de esta aparente flexibilización. La incertidumbre sobre el futuro del ajedrez en Afganistán ha generado preocupación entre jugadores y aficionados.
Razones detrás de la prohibición
La justificación oficial para la prohibición del ajedrez se basa en preocupaciones religiosas. Según los talibanes, el ajedrez puede ser una distracción de las obligaciones religiosas, ya que puede consumir tiempo que debería dedicarse a la oración. Además, se argumenta que el juego puede fomentar el juego de azar, lo cual está prohibido en el islam. Estas razones reflejan una interpretación estricta de la ley islámica, que busca preservar la moral y la devoción religiosa en la sociedad afgana.
Sin embargo, críticos de la decisión señalan que el ajedrez es un juego de estrategia y concentración que no involucra apuestas ni promueve comportamientos inmorales. Además, argumentan que la prohibición del ajedrez es un ataque a la libertad cultural y educativa del pueblo afgano, especialmente a las generaciones más jóvenes que ven en este juego una forma de desarrollo personal y expresión intelectual.
Comentarios