El seleccionador nacional, Jordi Ribera, quedó satisfecho con el debut de España en el Mundial de balonmano, con triunfo por 31-22 ante Chiledadas las circunstancias del mismo. Fundamentalmente, porque "había jugadores que estaban jugando su primer partido en un Mundial, y eso se nota. Además, en el primer encuentro siempre es difícil entrar", comentó el técnico catalán.
Acerca de las dificultades iniciales, Ribera valoró a Chile como "un equipo incómodo que juega mucho con el pivote. En los primeros minutos nos ha faltado concentración en el balance defensivo para así cerrar espacios. Afortunadamente, hemos podido empezar a recuperar balones y salir al contraataque".
Entre lo conseguido, el preparador españolvalora sobre todo el rendimiento de los debutantes. "Era también un partido para hacer rotaciones. Por ejemplo, Carlos Álvarez venía prácticamente sin tocar el balón desde hace mucho tiempo y era importante que tuviera sus minutos de juego. Lo ha hecho muy bien. También nos interesaba en la segunda parte que (Ian) Barrufet hiciera buen papel en defensa. Pienso que también Alex (Dujshebaev) ha estado muy bien en los 15 minutos que ha estado. Sergey (Hernández) ha hecho muy buen partido y nos ha ayudado a salir al contraataque. Al final ha habido un rato que han llevado el juego los nuevos y eso es algo que se necesita. Hay que adquirir automatismos que se consiguen con partidos y entrenamientos".
Para el futuro, el seleccionador español cree que "seguimos necesitados de concentrarnos en la faceta defensiva, especialmente ante equipos que juegan muy cerca, que juegan mucho con el pivote, pero este era el primer partido. El equipo necesita crecer, pero si lo hace ganando, mejor. En la segunda parte hemos estado más concentrados, en defensa hemos estado mejor y hemos aprovechado mejor el contraataque. En ataque hemos mantenido buen criterio en ambas mitades, pero nos ha faltado quizá un poco de acierto".
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