Lo que echo de menos de estar en casa 425p4e
viernes, 8 enero 2010, 11:32
Hola otra vez. Lo primero que quiero decir sobre lo que voy a escribir hoy es que sé que soy un privilegiado, que en la NBA estoy viviendo un sueño y que soy consciente de que mi vida la envidiaría mucha gente. Sin embargo, me gustaría contaros las cosas que echo de menos cuando estoy aquí.
Evidentemente, la comida se extraña mucho. Yo tengo la suerte de que un amigo, Dani Olivella, que tiene un restaurante en San Francisco, y me manda cosas que agradezco muchísimo. Además, he encontrado una web que vende productos españoles en Estados Unidos. Por lo que sé, es una famiia que vivió en España y ha montado esto. Compro de todo: vino, miel, atún en lata, aceite... Así que eso lo voy sobrellevando.
Otra cosa que se puede llevar bien es la música y la lectura. Cuando me vengo desde España salgo cargado con los libros que quiero leer durante el año, y la música la compro por Internet. A los del equipo les tengo fritos con la música española. En el vestuario siempre suena algo, y yo me he hecho con la llave del armario donde está el altavoz al que le adosamos el iPod. En el vestuario de los Grizzlies suenan habitualmente Estopa o La Excepción. Mis compañeros flipan bastante. También veo series españolas: he estado muy enganchado a 'Cuestión de Sexo' y sigo siempre 'Crackòvia', de TV3. Los del equipo se piensan que estoy como una cabra porque se me escapan las carcajadas en el avión.
Aunque el no tener o directo con los amigos y la familia evidentemente es de lo que peor llevas, la verdad es que hablo mucho con ellos. El Skype es una bendición. La diferencia horaria de Memphis y Barcelona es de siete horas, así que cuando yo suelo tener tiempo libre, que es por la tarde, puedo hablar con la gente, aunque para ellos es de noche.
Te das cuenta de lo que echas de menos estar en casa cuando en un pabellón alguien te habla en castellano o en catalán. Estar en medio de una gira de cuatro partidos y que en alguna cancha estés a lo tuyo y oigas un "¡Marc!, ¿qué tal">acusaciones indebidas que Rudy Fernández me hizo en su blog el otro día. Pero los dos días que pasé con él en Portland, en los que simplemente jugué a la videoconsola con un amigo y comí con sus padres, son esas pequeñas cosas de las que os hablo.