La actualidad deportiva vista a veces con pasión y a veces con escepticismo, pero siempre con cariño (al menos, con cariño hacia el pagano y el sufridor).
Categorías
Archivo
Lo más del blog
Lo último en otros blogs
-
España se Mueve
Deportistas TV 41: La historia de Manuela Vos y Jesús Tortosa -
Cuestiones mías
Marc, huye del chaval de los 33 segundos -
Tirando a dar
El juicio del Barça y el 'Caso Negreira' -
Master Big Data Deportivo
Conquistando el ritmo perfecto: desentrañando a Elite Balonmano: Liga Portuguesa vs Liga de Campeones EHF -
Paralelo20
SANTI TAURA, Estrella Michelin y Soles Repsol, defendiendo la tradición mallorquina -
Entrenar el interior
La importancia de la concentración en el mundo del deporte -
El cuarto de las botas
Valverde necesita ya 10 partidos como titular -
Sobran los motivos
El futbolista que no sale del armario -
La Tribuna y los Tribuneros
Nos falta gol y nos sobran estúpidos -
Una percha para mi stick
Seguramente mis seis años en Porto son doce. Entrenar un grande envejece y mucho.
Dejamos el Mundial de balonmano después de la paliza recibida ante Croacia. Luego, derrota ante Corea del Sur, y al purgatorio de la segunda fase en el grupo o de los malos, de los regulares y de los venidos a menos. Ahí está España pero ojo, que también nos encontramos a la hace no tanto imbatible Rusia o a una Rumanía que tras ser el primer grande de este deporte (y todavía podemos recordar algunos a dos estrellas mundiales como Stinga y Voinea) lleva muchos años tratando de regresar arriba. Y si miramos torneos anteriores de no hace tanto, en la situación española nos podíamos encontrar a conjuntos como Hungría, Dinamarca, Noruega o Polonia, que están ahora en el grupo de arriba. Islandia, plata en Pekín 2008, no hace mucho que era considerada un rival asequible. Y en este Mundial no está.
No es por disculpar la actuación española en este Mundial, que desde luego ha sido decepcionante, pero el balonmano sigue siendo el más igualado de todos los deportes de equipo, en el que es muy difícil mantenerse y un gol te puede suponer cuatro puestos de diferencia en la clasificación.
Ahora sería cosa de ver por qué se ha fracasado en este mundial y cuales son las previsiones para el futuro. He oído y leído que es que el equipo estaba mal hecho y tenían que haber ido unos hombres más que otros. Yo, la verdad, no sé lo suficiente sobre técnica del balonmano para saber si quienes sustituyeron a Uríos son los más indicados pero lo cierto es que nuestro ataque sin ‘El Desatascador’ ya no carbura como antes, por más que Valero no sea un entrenador de cuarenta goles por encuentro. Que Juanín e Iker tienen demasiados altibajos. Que ha habido poco tiempo para preparar el Mundial…
El caso es que este Mundial no llegaba en buen momento. El grupo campeón del mundo en 2005 y subcampeón europeo en 2006 estaba en claro final de ciclo. Para mí, la medalla de bronce en Pekín fue la más sorprendente e inesperada de todo el deporte español. La apuesta de Rivera por su renovación puede que haya sido demasiado radical, pero era completamente necesaria porque no se podía seguir tirando de un esquema que daba demasiados signos de agotamiento después de una trayectoria triunfal. En este mundial no era cosa de dar el fracaso por descontado, pero sí hubiera sido buena medida pensar que aunque se llegase con un buen palmarés a sus espaldas, en Croacia se partía de cero.
Quien antes no lo pensase por propia voluntad, ahora tiene la obligación de hacerlo. El ciclo de Londres 2012 lo empieza España desde la decimotercera o decimocuarta plaza mundial, con los hombres que tenemos, los ajustes que haga Valero y, a ser posible, más ilusión sobre la pista que la que pareció verse en algunos momentos de este torneo. Que vale que Croacia pareciera un mercancías arrollando a un Fiat Panda, pero tampoco había que darlo por supuesto. Corea del Sur te puede ganar, de acuerdo, pero quizá un poco más de nervio hubiera hecho bloquear mejor a aquel jugador que le clavó en un reverso en suspensión a Barrufet uno de los mejores goles que he visto en los últimos años.
P.D.: Cuando estoy finalizando este texto veo la noticia de que Pablo Porta ha fallecido. Evidentemente, me vienen a la cabeza todos aquellos años en los que mi vocación de periodista deportivo se forjó en parte escuchando por las noches el duelo entre el presidente de la RFEF y el gran José María García. Luego me permitiré –nos permitiremos- un homenaje a don Pablo, porque el tiempo lo ha convertido en un personaje entrañable, y a la nostalgia.
Últimas entradas
-
29 de
septiembre de
2023
El juicio del Barça y el 'Caso Negreira' -
1 de
septiembre de
2023
Terrorismo contra el deporte -
1 de
septiembre de
2023
La agarrada, el beso y Conan el Bárbaro -
1 de
septiembre de
2023
Las pioneras de hoy en día
2 comentarios
- Todos
- Mejor valorados
- Te mencionan
Participa
normas de participación
- Por favor, escribe correctamente, sin abusar de las mayúsculas ni de las abreviaturas.
- Recuerda que el tono del mensaje debe ser respetuoso. No se itirán insultos ni faltas de respeto.
- No se aceptarán los contenidos que se consideren publicitarios.
- MARCA.com podrá eliminar los comentarios que no cumplan estas normas y se reserva el derecho de impedir la participación permanente de los infractores.