Parecía imposible superar la radicalidad del DBX707... pero en Aston Martin lo han hecho. Llega un nuevo aspirante al trono del SUV más deportivo del planeta: el Aston Martin DBX S.
Se trata de una nueva versión que dispara la potencia de su motor V8 biturbo hasta los 727 caballos y el par máximo hasta los 900 Nm y, además, reduce el peso en nada menos que 47 kilos respecto al DBX707... con lo que su rendimiento sube de nivel.
Supera al Purosange
La inyección extra de potencia no es casualidad: con esos 20 caballos adicionales supera a su más directo rival entre los SUV de ultra altas prestaciones, el Ferrari Purosangue. Sin duda, el objetivo final de los ingenieros de Gaydon.
Desde el Vanquish S de 2004 no habíamos tenido un Aston con esa denominación, que combina más potencia y ligereza como receta para aumentar las prestaciones de un modelo. Para conseguir lo primero ha acudido a tecnología del Valhalla, en concreto a sus turbos que, además de aumentar el rendimiento bruto, también lo hace en la franja alta del cuentavueltas, aumentado así la emoción en la conducción.
El DBX S acelera ahora de 0 a 100 en 3,3 segundos, de 0 a 160 km/h en 7,2 segundos y de 0 a 200 en tres décimas menos que el DBX707. No cambia su velocidad máxima pero... ¿para qué si ya alcanzaba los 310 km/h? Y todo ello con un sonido más deportivo gracias a un sistema de escape modificado.
No hay modificaciones en la estructura de su caja de cambios automática con 9 velocidades, pero sí en sus leyes de funcionamiento, con un punto de cambio más alto y reducciones más explosivas en modo automático para mayor disfrute del conductor. A través de ella la potencia puede repartirse entre los dos ejes desde un 50-50 a un 100% a las ruedas traseras.
El principal recurso para la reducción de peso ha sido la adopción de un techo de fibra de carbono que por sí sólo ahorra 18 kilos. Otro punto clave son las llantas de magnesio opcionales, que tienen 23 pulgadas (misma medida que las de aleación que vienen de serie) y que bajan otros 19 kg. Otros elementos son la parrilla de panal de abeja de policarbonato, ligera y personalizada opcional y los espejos, difusor y estribos de carbono opcionales, también ayudan a que la báscula sea más benévola (el peso oficial es de 2.198 kilos).
La dirección más rápida, la nueva calibración de la suspensión (que garantiza que la inclinación de la carrocería no será superior a 1,5º) y los enormes discos de freno cerámicos (de 420 mm delante y 390 mm detrás) completan un conjunto dinámico intachable.
Más agresivo a la vista
Estéticamente el Aston Martin DBX S acompaña con un diseño muy personal, con una parrilla negra muy potente, faldones aerodinámicos con divisores de aire, cuatro tubos de escape en disposición vertical colores Rosso Corsa Red, Trophy Silver y Podium Green para algunos elementos del exterior y la posibilidad de personalizar el color de las alas de Aston Martin para complementar el rojo de las siglas S.
En el interior hay también muchos detalles específicos para la versión S, como el diseño de espiga en los asientos (tapizados en alcántara y cuero de serie) y el forro del techo para las versiones de carbono. Los reposacabezas llevan bordadas las alas del escudo y la S
El DBX S incorpora elementos que se incluyeron recientemnte en la gama, como el nuevo equipo de infoentretenimiento al fin con pantalla táctil (de 10,25"") y un sistema de audio Aston Martin de 14 altavoces de 800 W que puede incluso mejorarse si se opta por el Bowers&Wilkins que se paga aparte. Y no, de momento Aston Martin no ha desvelado el precio de su nueva joya...