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Si hay un personaje por excelencia que se asocia al actor Sylvester Stallone (ahora nuevo representante de Donald Trump ante la industria de Hollywood) es el de Rambo (aunque muchos otros elegirán el de Rocky). Y si hay un coche que se asocia a Rambo es el Lamborghini LM002, una especie de Hummer de ultra lujo con el motor V12 del Countach que el actor tuvo y que encajaba muy bien con la imagen que daba en la pantalla.
Sin embargo Stallone ha sentido también especial predilección por Ferrari y son muchos los modelos de esta marca con los que se le ha visto, como un 599 GTB Fiorano con el que se paseaba hace años por Ibiza. Y entre ellos, ahora ha aparecido el que quizá fuera el primer súper deportivo del actor, un Ferrari 365 GTC/4 de 1972 que el actor compró de segunda mano en 1984.
Solo 500 unidades
El 365 GTC/4 fue desvelado en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1971 y solo se fabricaron 500 unidades, casi todas destinadas al mercado norteamericano. Entre sus virtudes como sustituto del 365 GT 2+2 estaban su motor V12 de 4,4 litros con 340 CV (asociado a un cambio manual de cinco marchas) y el hecho de que pese a su silueta deportiva contara con plazas traseras, aunque plegables y solo para niños o personas de baja estatura.
La unidad con chasis 15.471, que fue propiedad de Stallone, salió de Maranello en un precioso color Oro Kelso con interior en cuero beige y un equipamiento que incluía aire acondicionado, elevalunas eléctricos e instrumentación en millas. Su destino fue el distribuidor Modern Classic Motors, en Reno (Nevada, Estados Unidos), de donde se lo llevó su primer propietrio.
El agente de Stallone
Pero a finales de los años 70 del siglo pasado su dueño se lo vendió a Michael Ovitz. Si no eres muy cinéfilo quizá este nombre no te diga nada, pero durante más de 20 años fue considerado como el hombre más poderoso del mundo del espectáculo gracias a su agencia Creative Artists Agency, en la que estaban talentos como Steven Spielberg, Tom Cruise... o Sylvester Stallone.
¿Cuántas veces vería Stallone aquel Ferrari dorado de su agente? Sin duda muchas. Pero no tanto en color dorado, porque en agosto de 1978, probablemente poco después de comprarlo, Ovitz decidió pintarlo de negro, encargar que lo retapizaran en cuero negro y pedir que le cambiaran sus preciosas llantas de aleación de cinco brazos por unas Borrani de radios cromados (que también le quedan muy bien).
Lo compró en 1984
Con Rocky y Rambo como personajes que le habían dado fama mundial, fue ya en 1984, cuando se ultimaba el rodaje de Rambo II cuando Stallone llegó a un acuerdo con Ovitz y le compró el 365 GTC/4. No fue al parecer un 'calentón' de los que hacen que una estrella compre un coche del que se ha encaprichado y luego casi ni lo use, para desprenderse de él al poco tiempo.
De hecho, lo condujo de manera muy habitual por California y lo mantuvo de forma adecuada en Hollywood Sports Cars, un centro al que también llevaban sus coches otras celebridades para conservarlos en buenas condiciones.
Hasta finales de los 80
Pero todo tiene un fin y a finales de los años 80 el actor vendió el coche, que fue pasando de mano en mano entre varios entusiastas de Ferrari (al parecer, sabedores de que el coche había sido de Stallone) hasta que en 1992 lo compró el padre de su dueño actual.
La buena noticia para los cinéfilos con afición por los coches y una buena cuenta corriente es que el coche va a salir a subasta el próximo viernes 24 de enero. Y no te imagines que se va a vender por una cifra millonaria; ni dos millones, ni uno, ni medio, porque los expertos de RM Sotheby's calculan que su próximo dueño se lo quedará pagando entre 121.000 y 145.000 euros. Sigue siendo un dineral pero es mucho menos de lo que nos imaginábamos y sin duda será una inversión, porque no hará más que revalorizarse.
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