Nubarrones en Stellantis (el conglomerado que engloba a marcas como Fiat, Jeep, Alfa Romeo, Citroën, Opel, Peugeot o Maserati, entre otras). Los números del primer semestre del año 2024 no han sido buenos (los beneficios han caído casi un 50% en ese periodo) y su CEO, Carlos Tavares, está dispuesto a 'cortar por lo sano'.
"El primer semestre de 2024 no ha cumplido con nuestras expectativas", reconocía el directivo portugués en la presentación de las 'cuentas', que está dispuesto a tomar medidas drásticas para darle la vuelta a la situación.
"Cerraremos las marcas que no generen beneficios. Es muy sencillo, porque estamos hablando de un periodo de transición muy complicado en el que no se puede sostener mantener marcas que no ganen dinero. Cada marca está para ser aprovechada. Si no son capaces de monetizar el valor que representan, tomaremos decisiones". Un mensaje rotundo que ha hecho saltar todas las alarmas.
Maserati, en peligro
Sobre todo en una de las enseñas del grupo, la italiana Maserati, a la que Natalie Knight, directora financiera de Stellantis, aludió de forma explícita: "Puede llegar un punto en el futuro en el que tendremos que valorar qué es lo mejor con Maserati", dijo.
Malos augurios si tenemos en cuenta que las cifras de la marca del tridente en la primera mitad de año mostraron unas pérdidas de 82 millones de euros frente a los 121 millones de beneficios del mismo periodo de 2023. En un momento, además, en el que no se esperan nuevos productos hasta, al menos, 2027.
El otro aspecto en el que Stellantis centrará su acción será el mercado norteamericano, donde sus ventas han caído un 18%. El grupo buscará reducir producción y oferta y bajar precios para recuperar sus números en ese importante mercado.