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Mercedes Benz

Cuidado con este Mercedes CLK de 2005: parece 'normal' pero vale 740.000 euros

El CLK DTM tenía una apariencia de 'coche normal' con ciertos detalles de tuning, pero era más rápido que un Ferrari F430 de su misma época. Y también costaba mucho más.

El CLK DTM podría ser confundido por un CLK 'normal', pero esconde un...
El CLK DTM podría ser confundido por un CLK 'normal', pero esconde un motor rabiosísimo.RM Sotheby's.

Si eres aficionado a las carreras de coches habrás oído hablar del DTM, que no es otra que un campeonato de turismos alemán que tiene un extraordinario número de seguidores en aquel país. Marcas como Audi, BMW y Mercedes ponen un año tras otro gran cantidad de recursos económicos para que sean sus coches los triunfadores, lo que tienen bien calculado cómo después se traduce en más ventas de sus modelos.

RM Sotheby's.

Fue Mercedes la que triunfó en este campeonato en 2003 con un CLK, y para celebrarlo decidió sacar en 2004 una versión especial basada en aquel coche de competición, lo que supuso una gran noticia para los apasionados por los coches. Entre ellos, Jenson Button, Kimi Räikkönen, Takuma Sato, Juan Pablo Montoya o Mika Häkkinen, que se apresuraron a 'levantar la mano' para que les reservaran una unidad.

Más que un CLK 'tuneado'

Pero, ¿qué hacía tan especial al Mercedes CLK DTM de calle? La verdad es que no deberíamos escatimarle el calificativo de deportivo, porque bajo su aspecto de coupé tuneado con gusto discutible se escondía un biplaza capaz de sonrojar por prestaciones al Ferrari F430, que por entonces parecía un objeto inalcanzable.

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A las cifras nos remitimos: el Ferrari, con 490 CV, hacía el 0 a 100 en 4,0 segundos y alcanzaba 315 km/h, mientras que este CLK DTM superaba estas cifras alcanzando 320 km/h y empleando 3,9 segundos en el sprint de aceleración.

582 CV

El responsable de tanto empuje era un motor V8 atmosférico de 5,5 litros con 582 CV y 800 Nm de par que, según dicen quienes han podido conducir esta 'bestia', atronaba los oídos de manera muy contundente. Y para entregar la potencia al eje trasero se ayudaba de una caja de cambios automática que por aquella época ya podría haber tenido seis velocidades, pero que en el caso de este Mercedes era de solo cinco.

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Por supuesto, tanto potencial requería una anchura de vías también excepcional, y eso, y las necesidades de refrigeración que imponía tanto rendimiento, era la responsable de un kit estético compuesto por un paragolpes con splitter, unos pasos de rueda ensanchados y con salidas para que 'respiren' los discos, un prominente difusor trasero y un vistoso alerón sobre la tapa del maletero. ¿Te suena la denominación Black Series que se aplica a otros Mercedes ensanchados? Pues este CLK DTM es el precursor de los Mercedes de esa serie tan especial y deportiva.

Interior casi de competición

En cuanto al interior, cualquier parecido con el modelo de serie era pura casualidad, con unos bacquet que afianzaban el cuerpo mediante cinturones de cinco puntos, un volante de piel vuelta, un selector del cambio diminuto (contaba con levas tras el volante) y una consola central de fibra de carbono.

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Respecto a las plazas, eran solo dos, y el hueco que en otro CLK ocupaban los pasajeros traseros estaba truncado por una barra de fibra de carbono que iba de lado a lado para aumentar la rigidez del coche.

Solo 100 ejemplares

Se construyeron en total 100 ejemplares del CLK DTM, 60 con el volante a la izquierda y 40 con el volante a la derecha, además de algún cabrio como el que compró Häkkinen. Cuando salió el CLK DTM en 2004 tenía un precio de 236.000 euros, mientras el citado Ferrari F430 de su misma época se quedaba un poquito por debajo de 170.000.

RM Sotheby's.

Puede parecer un dineral, pero resulta que hay 'tortas' entre los coleccionistas por hacerse con una unidad y se ha levantado cierta expectación ahora que va a salir una unidad a subasta. La venderá RM Sotheby's al mejor posterior el 16 de agosto en Monterey (Estados Unidos), y los expertos esperan que se pueda alcanzar un precio de venta de hasta 740.000 euros. Hoy día nos parece una barbaridad, pero tal vez dentro de 20 años, y si su precio sigue subiendo, nos parezca una ganga.

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