- Opel. Opel Grandland 2025: el eléctrico que alcanza 700 km de autonomía
- Opel. Vuelve el Frontera, con versiones eléctricas y una promesa: será "el SUV alemán más competitivo" en precio
El bastión de Opel, el Corsa, ha recibido un espaldarazo con la llegada de los nuevos motores híbridos 1.2 de tres cilindros que cierran la etapa convulsa de los Puretech y abren un nuevo capítulo en la que volver a competir de tú a tú en una parte central de la oferta: la de los modelos gasolina hibridados más asequibles.
Tanto el Corsa como el resto de modelos de Stellantis afectados por los problemas de fiabilidad (básicamente la rotura de la correa de la distribución que derivaba en el gripado del motor) tienen ante sí el reto de recuperar la confianza de los clientes. Para ello han empezado por desarrollar un nuevo propulsor de gasolina 1.2 de tres cilindros (ahora con cadena, un componente más robusto) ya orientado a la hibridación, específicamente. De hecho, el protagonista de nuestra prueba es el primer Corsa con esta tecnología.
Híbrido suave y etiqueta ECO
Aunque Opel lo denomina Hybrid, realmente es un híbrido suave. Es decir, la parte eléctrica la asume una batería de 48 voltios que, por su limitada capacidad, opera básicamente como soporte del motor térmico. Las ventajas principales de este sistema son cuatro: no aumenta significativamente el peso, no incrementa tanto el precio como un híbrido convencional, nos permite disfrutar de las ventajas de la etiqueta ECO y ayuda a reducir el consumo.
Eso sí, el ahorro no es tan acusado como lo sería un híbrido convencional 'de verdad'. Este lo es en parte porque puede mover sólo con electricidad el vehículo, pero durante apenas un kilómetro. Pero seguramente las ventajas superan a los inconvenientes. Por ejemplo, en precio: el Corsa 1.2T XHT Hybrid, con acabado GS y 136 caballos de potencia (hay otra versión de 100), cuesta 26.550 euros (24.050 euros financiado -aunque habría que consignar aquí los intereses para llegar al coste total del vehículo-).
Su esquema mecánico incluye el nuevo motor gasolina que sustituye a los Puretech (1.2 turbo de tres cilindros y 136 CV) y un motor eléctrico de 28 CV situado junto al cambio, de doble embrague y seis velocidades. Este último propulsor puede mover el coche en modo eléctrico durante un máximo de un kilómetro, pero sólo en condiciones muy favorables (por ejemplo, manteniendo velocidad en autovía en pendientes descendentes).
Si hay que elegir la mejor virtud del Opel Corsa Hybrid... esa es una muy, muy clara: la suavidad de funcionamiento del motor híbrido. Es cierto que algunos tricilíndricos ya habían logrado niveles de sonoridad y vibraciones muy reducidos pero en el caso del que nos ocupa resulta sorprendente.
El refinamiento es absoluto. No suena -salvo ligeramente en frío y a bajas vueltas-, no vibra, no hay percepción de transiciones entre los momentos en que se desconecta y cuando vuelve a accionarse, la entrega de potencia es acompasada (no es un tiro, porque son 136 CV, pero se mueve bien)...
El cambio automático ayuda a redondear esa sensación de suavidad general -aunque para nuestro gusto es algo lento-, que se completa con un chasis bastante 'benigno', que convierte al Corsa en un urbano muy cómodo sin que sea excesivamente torpe dinámicamente. No es tampoco un prodigio de deportividad, pero seguramente nadie se lo va a exigir.
Por poner algún pequeño 'pero' adicional al cambio, quizá se le podría pedir algo más de solidez al tacto de su dirección eléctrica. Y también a un salto algo más marcado entre los modos de conducción Normal y Eco, que es casi imperceptible. Al menos sí que con el Sport el gas se vuelve claramente más solícito.
También conviene destacar que los consumos son bastante ajustados, especialmente en ciudad y si somos cuidadosos en la conducción. En autovía la aportación eléctrica es mucho menor (como es lógico al carecer de una batería convencional) pero aún así no nos iremos mucho más lejos de los 6 litros a cruceros legales. En tráfico urbano es bastante sencillo bajar de los 5,5.
Un interior correcto
En el interior no hay grandes cambios respecto a las versiones anteriores (por fuera identificamos rápidamente a los Corsa reestilizados por el frontal con los faros unidos por un 'antifaz' negro): apenas nuevos grafismos para el cuadro de instrumentos (de lectura clara, pero quizá de apariencia demasiado simple). Queremos, eso sí, destacar la comodidad de sus asientos, bien puesta a prueba después de superar los 1.000 kilómetros a sus mandos.
Desluce un poco en el interior la excesiva profusión de elementos en acabado lacado negro, que ya sabemos que quedan rápidamente afeado por las huellas que acumulan. Especialmente si se aplican en zonas como la del cambio, donde actuamos con la mano sobre los pulsadores con frecuencia. Tampoco son muy vistosos algunos plásticos duros, como los de la guantera o los guarnecidos de las puertas.
Equipamiento suficiente
Los Opel Corsa GS traen de serie techo bitono (si no te gusta esa combinación puedes revertirla, pero a cambio de 200 euros), aire acondicionado, faros LED con luces largas automáticas, cockpit digital (7") más pantalla principal de 10" o llantas de aleación de 17", entre otros elementos.
Fuera del equipamiento original hay pocas opciones (algunos agradecerán esta simiplicidad a la hora de configurar el coche y otros preferirán tener más posibilidades). Podemos 'rematar' su dotación con apenas dos packs (Comfort -con volante calefactado, asiento del pasajero eléctrico y control de crucero adaptativo- Infotainment -que incluye navegador o climatizador digital, entre otros- y Tech -con faros matrix LED adaptativos, por ejemplo-).
Comentarios