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La primera mujer periodista de las 46 que han formado parte ya del Reto Pelayo Vida es Anna Blanco, valenciana de 45 años, quien desde la cumbre nos transmite una crónica de urgencia con dedicatoria: "Ha sido un ascenso muy duro por el viento y el frío, pero lo hemos logrado. Dedicado a todas. sobre todo las que no están. Por ellas", gritan las cinco al unísono, exhaustas pero felices por haber tocado la gloria en este reto en el Parque Nacional de los Glaciares, en la extensa área del Hielo Patagónico Sur.
Ha sido un ascenso muy duro por el viento y el frío, pero lo hemos logrado. Dedicado a todas. sobre todo las que no están. Por ellas
La periodista de À Punt, la radiotelevisión autonómica valenciana, contó micrófono en mano de MARCA TV la experiencia de sus vidas, con la emoción de quienes superaron todo tipo de adversidades climatológicas para hollar la cima del Gorra Blanca a 2.920 metros de altitud: "Ha habido mucho viento, mucho, la sensación térmica era de -10 grados pero la imagen del campo de hielo es una pasada. Es como un mar que nunca acaba, tan inmenso rodeado de montañas. El cielo se llenó de colores", relata a través del satélite Laura Villa.
La jornada fue extenuante. A las cinco y media de la madrugada se pusieron en marcha para empezar una etapa que por momentos pareció interminable, con duros ascensos y el peligro de las grietas que se abrían en el camino. El principal problema de las cinco fue común: "Ha sido una subida infernal. Salimos con los pies congelados, tuvimos que hacernos masajes para arrancar, pero no encontramos el calor, por lo que estuvimos casi todas las horas sin sensación en los dedos", afirma una Kica tan emocionada como agotada.
Hubo en la cumbre muchas fotos con banderas, abrazos y achuchones entre lágrimas y rápidamente tuvieron que empezar el descenso para que no se echara la noche encima. Yolanda, Anna, Kica, Laura y Sonia emprendieron el camino de regreso tras Rocío Monteoliva, guía de montaña directora del reto, y en la bajada con la ayuda de aspirinas encontraron sensaciones en pies y manos hasta llegar al refugio exhaustas pasadas las ocho de la tarde noche. En total, casi 15 horas de esfuerzo para lograr el objetivo para el que llevaban más de seis meses preparándose.
"Ahora toca el descenso, nos quedan horas por delante y el tiempo ha empeorado, pero tenemos la motivación intacta", cuenta Anna, superviviente de cáncer que ha encontrado en el Reto Pelayo Vida una forma de reivindicar que hay vida después de la enfermedad junto a sus cuatro compañeras: "Hemos sido como una familia. Somos distintas pero nos hemos complementado de maravilla para lograr este reto".
Un equipazo detrás del reto
Hoy está prevista la llegada a El Chaltén de una expedición formada por cerca de una veintena de profesionales que han hecho posible el éxito de este noveno Reto Pelayo Vida Patagonia 2023. Además de las cinco valientes Yolanda, Anna, Kica, Laura y Sonia, que igual que superaron el cáncer ahora han demostrado que son capaces de todo, estaban junto a ellas Rocío Monteoliva, guía de montaña como los seis del equipo argentino que han ayudado a que todo saliera bien en las alturas.
Sin olvidar que al pie del cañón y para que este Reto fuera un éxito han estado en Patagonia Araceli y Eric, los jefes de todo; Olalla, la encargada de que nada le falte a nadie; Marga, la enfermera de Quirón Salud que vela por la salud de todos; Enrique, el mandamás con la logística; y los cámaras Raúl, Armando y Josu para que el documental que vea la luz sea tan espectacular como el de Jordania y reciba el mismo reconocimiento en forma de Antena de Oro como ha ocurrido este año.
Para contar las historias de estas cinco valientes mujeres ha sido un placer compartir con Héctor (SER) y Josep (Prensa Ibérica) esta nueva aventura. Porque es un privilegio contar las historias de Laura, Yolanda, Anna, Sonia y Kica, vivir desde dentro su Reto en Patagonia -una maravilla de la Naturaleza-, entender por qué el cáncer las hace mejores y sacan su mejor versión, poder contagiarte de su energía positiva, compartir su generosidad y valentía, empatizar con quienes sufren y soñar con lo imposible. Gracias a tod@s por tanto.
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