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Si alguien ha hecho todo lo posible durante los últimos meses para que el Atlético consiguiera sus objetivos es Julián Alvarez. El argentino llegó el pasado verano al conjunto rojiblanco después de protagonizar un mediático traspaso y ha demostrado que vale cada uno de los 75 millones de euros que desembolsaron los colchoneros por él al Manchester City. Con 29 dianas en los 53 partidos disputados el atacante de Calchín ha llevado a su equipo hasta otra dimensión en algunos momentos de la temporada y llegó a ilusionar a los suyos con la opción de ganar alguno de los tres títulos que había en juego.
La Araña dejó noches inolvidables como la del Bayer Leverkusen en el Metropolitano, la de Montjuïc en Copa del Rey o la del Santiago Bernabéu en LaLiga. Nunca ha fallado en momentos importantes y sólo una tanda de penaltis inexplicable en Liga de Campeones provocó que un acierto se convirtiera en un lunar que todavía no se ha podido demostrar.
Sin ninguna duda, Julián Alvarez ha entrado a lo grande en una entidad que se marca como objetivo crear un equipo competitivo que le arrope. Y todo ello ha sido gracias a sus 29 goles anotados en el año de su debut como rojiblanco, algo que sólo han mejorado Hasselbaink, Falcao y Pruden. Con estas cifras igualó los números de Christian Vieri en la temporada 97 - 98 y su próximo objetivo serían los 35 que logró el ex delantero holandés en la temporada del descenso. Todavía le restan seis dianas para igualar a Hasselbaink, pero tiene un Mundial de clubes por delante. Algo más lejanos están los 36 tantos de Radamel Falcao en la campaña 2011 - 2012 y prácticamente imposible son los 46 tantos de Pruden en la temporada 1940 - 1941.
Contagia su rendimiento
Los números del delantero argentino no sólo han entrado directamente a la historia del club, también han dado un salto importante en el rendimiento de los puntas colchoneros en las pasadas temporadas. Sólo Antoine Griezmann con 24 goles la pasada temporada y Luis Suárez con 21 el año que se ganó el último título de Liga se acercan mínimamente a los datos de un futbolista que ha elevado el ataque rojiblanco llevándolo a otro nivel.
Para empezar, ha impregnado la efectividad entre sus compañeros y después, si los comparas con campañas anteriores, la diferencia es abismal. Griezmann fue el máximo goleador del equipo en la 22-23 con 16 dianas, Suárez en la 21-22 con trece y Álvaro Morata se quedó en 16 en la campaña 19-20. Sin duda, unos números excesivamente bajos para el ataque de un equipo como el Atlético de Madrid.
Con esta realidad no parece raro el objetivo que se han marcado en las oficinas del Metropolitano. La idea es arropar a Julián de futbolistas de calidad para sacar un mayor rendimiento a unas cifras goleadoras que son dignas de un campeón del mundo y de Europa que ha llegado al Atlético para seguir aumentando su palmarés.
Goleador generoso
Sin lugar a dudas, de Julián se destacan aspectos como su capacidad para golear, su personalidad, su sacrificio o su forma de hacer vestuario, pero lo que más sorprende es su generosidad en el verde. Mientras la mayor parte de los delanteros centros del fútbol mundial piensan en sus números, Julián es diferente. Así lo demostró, por ejemplo, en Girona cuando asistió a Alexander Sorloth para que mejorara sus registros en lugar de marcar a puerta vacía.
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