Por humilde que sea el Cádiz en comparación con sus competidores de LaLiga, la vida de un jugador de Primera división es mucho más holgada que la de un chatarrero que camina por las calles buscando algún abalorio que le apañe el día.
Fali, el central del Cádiz, puede dar buena cuenta de ello, pues ha vivido en los dos mundos. El futbolista nació y creció en un barrio extremadamente humilde del puerto de Valencia. Allí, cada mañana salía con su padre a buscarse la vida. "Con mi padre nos íbamos, nos salían portes de vaciar pisos. Después de entrenar, tenías que trabajar", cuenta el zaguero.
Durante su carrera, Fali ha intercalado la Segunda división con la antes Segunda B y ahora Primera Federación. Sirmpre en España. En Cádiz, donde lleva desde la 18-19, se ha asentado en la Primera División española. "Una vez que he llegado a esta situación, para quitármela me tienen que matar", dice emocionado.