Pablo Sáenz, el 'mirlo' rojiblanco que vuela en el Carlos Belmonte

Para Pablo Sáenz, el camino recto no está siendo la vía más rápida para llegar a su destino, pero al futbolista navarro no le intimida adentrarse en caminos pedregosos, una actitud con la que está brillando en el Albacete, destino en el que ha conseguido desplegar todas sus virtudes, aportando goles -es el cuarto máximo artillero pese a llegar en el mercado invernal- y un desparpajo que lo han convertido en pieza clave para los manchegos.

Después de destacar en el Calahorra, el Granada apostó por él para su filial, una decisión acertada que Pablo Sáenz respaldó sobre el césped con tres dianas y cuatro asistencias, destapándose como ese extremo incisivo y letal en los metros finales, un rendimiento que le llevó a debutar con los rojiblancos en su despedida de Primera.

En tiempo récord, el de San Adrián se ganó un hueco en el primer equipo, convenciendo a Abascal, pero llegar no iba a ser lo complicado. Los primeros meses de competición no fueron sencillos para Sáenz que, sin continuidad, no fue capaz de encontrar su mejor nivel, llegando a desdibujarse sobre el césped, con actuaciones carentes de esa chispa característica en su juego.

Para recuperar la confianza y el protagonismo a Pablo Sáenz no le tembló el pulso, tomando la decisión de abandonar el Granada en busca de minutos, aceptando la propuesta de cesión del Albacete, que en aquel momento estaba coqueteando con la zona peligrosa. Desde la llegada del Navarro, los de Alberto González han protagonizado una gran escalada, apoyándose, entre otras cosas, en el buen momento del futbolista rojiblanco.

En pausa y la famosa cláusula

Pablo Sáenz ha ido abriéndose camino hasta ganarse un puesto en el once titular, aportando goles, desborde y una entrega innegociable. En los dos últimos encuentros del Albacete, el extremo ha sido capaz de perforar la portería rival, acostumbrándose además a rubricar tantos de muy bella factura.

Una inspiración que el Granada no sufrirá en sus carnes este domingo. El contrato de cesión del atacante incluía una 'cláusula del miedo' que impedirá a Pablo Sáenz actuar contra los nazaríes, por lo que tendrá que entrar en pausa forzada para regresar en la siguiente jornada para seguir reivindicándose a base de goles.