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El Granada tenía la opción de regresar a los puestos de playoffs, pero los rojiblancos naufragaron ante el Eibar en Los Cármenes en un partido gris, en el que el equipo se mostró desdibujado, encajando una derrota que puede desembocar en la salida de Escribá. La opción está sobre la mesa, por lo que las próximas horas van a ser determinantes.
Tras la debacle, planeó un despido fulminante del técnico rojiblanco, con la idea de que Lucas Alcaraz, que ya se ha sentado en varias etapas en el banquillo de Los Cármenes, se hiciese cargo del equipo en los tres encuentros que restan para la conclusión de la temporada regular. Un ofrecimiento que el granadino inicialmente declinó, posponiendo la decisión.
Lucas Alcaraz 'flota' en el ambiente
Como indica Ideal, la posibilidad de que sea Alcaraz quien finalmente tome las riendas del equipo no está descartada aún, pero el club estudia otras alternativas, algo que a estas alturas del curso no parece sencillo, ya que hay que encontrar un candidato que esté dispuesto a arriesgarse para tratar de obrar el milagro y sacar a flote al equipo en tiempo récord.
Mientras se suceden los acontecimientos, el equipo, cambiando la rutina habitual, se ha ejercitado a puerta cerrada, una sesión que habrá sido tensa y en la que jugadores y cuerpo técnico se habrán mirado a la cara para tratar de hacer autocrítica y reconducir la situación.
Sólo faltan tres jornadas... ¿quién acabará ascendiendo?
Sea cual sea finalmente la decisión, la campaña del Granada parece abocada sin remisión al fracaso, con un proyecto construido para volver a la máxima categoría y que se ha desmoronado por el camino, obligando al club a replantearse el escenario del próximo curso.
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