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Tres puntos que valen media salvación logró el Alavés en un partido en el que puso fin a la racha de diez partidos sin perder del Valencia. Solo midiendo las ocasiones, el equipo babazorro merecía la victoria. Pero el triunfo llegó con un penalti muy protestado por los jugadores del Valencia y sobre el que Gil Manzano se mantuvo a pesar de que el VAR lo llamó para que lo revisara. Fue un error en la salida de puños de Mamardashvili -que hasta ese momento estaba siendo el mejor- la que propició el lanzamiento desde los once metros de Joan Jordán, que esta vez no se lo jugó a lo Panenka, y convirtió en el tanto de una victoria vital. Ese gol dejaba al Glorioso cuatro puntos por encima de la salvación y hundía en Segunda a Las Palmas.
Y eso que el Valencia empezó gobernando el partido, por convicción propia y porque asomaban en los jugadores locales algunos síntomas de bloqueo propios del que sabe que no puede exponerse a errores. Fue así como Rioja empezó a validar la maldición del ex. El jugador sevillano se proyectaba sobre el terreno de juego babazorro como lo hacía cuando vestía la camiseta blanquiazul. Pero no funcionaron las conexiones, o no con la fluidez suficiente como para generar verdadero peligro ante Sivera.
Y fue a partir del cuarto de hora cuando el Alavés despertó, sin desperezarse antes. Mamardashvili voló para evitar un remate de cabeza de Guridi, que se habría revisado por fuera de juego en caso de haber subido al marcador. El portero georgiano continuó su exhibición parando con el antebrazo otro disparo lejano de Tenaglia, uno de Aleñá tras libre indirecto y, al final de la primera mitad, ante otro intento lejano de Carlos Vicente.
Así, contado en un párrafo no parece gran cosa. Pero Mendizorroza disfrutaba y se desesperaba a la vez porque la grada veía que se le podía meter mano a un Valencia que echaba de menos a Javi Guerra y, por sorprendente que parezca, también a Foulquier.
Después llegó el error de Mamardashvili que falló incomprensiblemente en un intento de despeje de puños y, con la inercia cayó sobre Mouriño. Gil Manzano pitó penalti. Desde el VAR, Hernández Maeso lo llamó para que lo viera mejor. Y el colegiado extremeño se mantuvo en su decisión. Joan Jordán lo ejecutó con fuerza y a la derecha del portero. Inapelable.
El Valencia estuvo a punto de empatar al final con dos buenas ocasiones de Iván Jaime y de Canós, pero Sivera estuvo muy seguro.
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