El recital de entrenador que dio Modric desde el banquillo: "Vaya tonto, madre mía..."

Hay jugadores que llevan un entrenador dentro. Y Luka Modric es uno de ellos. Por cómo actúa dentro del campo, pero también por su forma de desenvolverse fuera de él. Buena muestra de ello dio el pasado fin de semana en el estadio de Balaídos, tal y como captaron las cámaras de 'El Día Después'.

Carlo Ancelotti, convaleciente por coronavirus, no pudo estar con el equipo en el encuentro. Davide, segundo entrenador e hijo del técnico italiano, y Lluis Llopis, el preparador de porteros del conjunto blanco, tomaron las riendas del equipo desde el banquillo. Pero ambos contaron con un ayudante: Luka Modric.

El centrocampista fue sustituido en el minuto 74 por Fede Valverde. En ese momento, el marcador, muy ajustado, mostraba el 1-2 con el que se llegaría al final del encuentro. Los nervios estaban a flor de piel y el croata no podía contenerse.

"Nacho, calienta"

Después de saludar a cada uno de los suplentes, Modric se sienta para seguir el encuentro. Entonces, Militao se lleva la mano a la pierna. Tiene problemas físicos. Y ahí empieza el recital de Modric. "Nacho, Nacho, entra", le dice a su compañero de equipo. "Nacho, calienta", le insiste. Mientras, intenta que Militao se tumbé en el suelo, "Eh, tírate...", le grita, para que se pare el encuentro y le puedan atender. Pero el brasileño no le hace caso, lo que desencadena el enfado de Luka. "Vaya tonto, madre mía", masculla y tira al suelo una botella de agua.

Modric, que vivió intensamente los minutos finales, celebró el importante triunfo del Real Madrid en el Celta. Salió del banquillo y en el césped coreó el "Así, así, así gana el Madrid" que gritaba la afición blanca desde la grada del estadio de Balaídos.