- Real Madrid. Para empezar, un rombo
Caras nuevas, no muchas pero importantes; cambio de esquema; una salida, la de Benzema, que marca muchas cosas, y la exigencia que lleva el Real Madrid por ser lo que es. El equipo blanco, desde el martes en Los Ángeles, afronta la nueva temporada entre los interrogantes que generan lo cambios, la seguridad de que ha fichado a dos jugadores para asegurar presente y futuro como son Bellingham y Güler y el nerviosismo que genera todo lo que rodea a la posibilidad de que Mbappé acabe al fin en el Bernabéu.
El proyecto 5.0 de Ancelotti en el Madrid, el tercero seguido, parte con sus certezas y sus dudas.
Portería: Todo a Courtois
Puesto que no ite el más mínimo debate. Es una de las fortalezas del Madrid, la de tener a uno de los porteros más decisivos del mundo, si no el que más. Así lo ha sido en las últimas dos temporadas. Arranca la sexta para el belga como madridista, camino en el que ha reclamado galones para ser considerado entre los mejores de la historia del club.
Esa dependencia de Thibaut encierra también una debilidad. Lunin, que parece dispuesto a quedarse, respondió la temporada pasada cuando el belga se lesionó, pero no lo suficiente como para generar confianza en el que caso de que Courtois tenga un problema serio. El partido en Girona, en el que todo lo que fue a la portería blanca acabó en gol, hizo que no volviera a aparecer aunque el Madrid jugara partidos sin valor real en LaLiga.
Laterales: zona a debate
Hace tiempo que los costados de la defensas generan debate en el Real Madrid. Con Carvajal y Mendy en picos altos de forma no hay cuestión para Ancelotti. Son sus laterales. El problema llega cuando su estado de forma cae o las lesiones aparecen. El Madrid ha mostrado debilidad en las dos bandas. Lucas Vázquez, que hace mucho que dejó de pensar como un extremo para hacerlo como un defensa, volverá a ser la respuesta en la derecha tras decir no a la Juve. Para el 3 regresa a casa Fran García con el desafío de demostrar que todo lo bueno, y fue mucho, que se le vio en el Rayo, lo puede ofrecer en el contexto de exigencia máxima del Madrid.
Centrales: Militao-Alaba, punto de partida
Para Ancelotti es una prioridad recuperar el funcionamiento que tuvieron el brasileño y el austriaco hace dos temporadas. Es su pareja de centrales, como quedó claro cuando en el Etihad jugó Alaba a pesar de que en la ida Rüdigerse comiera a Haaland. De ahí volverá a partir el Madrid 2023-24.
El final del temporada de Militao dejó interrogantes que parecían olvidadas. Y permanece la duda de si Nacho, primer capitán, seguirá necesitando hacer más que los demás para jugar. Parte como cuarto central, pero la pasada temporada volvió a demostrar que para nada era ese su nivel cuando jugaba. Alaba se pasó más tiempo entre lesiones, recuperaciones y recaídas que en plenitud física.
Centro del campo: para jugar a cualquier cosa
La zona más robusta del equipo. Se mida por calidad, por fuerza y energía, por experiencia, por juventud o, sobre todo, por fútbol, el centro del campo del Real Madrid es un escaparate perfecto. Las llegadas de Bellingham y Arda Güler dotan a Ancelotti de más variantes en su medular a la hora de aportar llegada y goles.
Las dudas pueden venir de la mano de cómo gestionar la fuerza de los jóvenes, con Camavinga clamando ser titular en su zona natural, con los galones que tienen Kroos y Modric, una pareja que para Ancelotti es el alma de su manera de entender a su Madrid.
En el capítulo de interrogantes de este Real Madrid, Aurelién Tchouaméni ocupa uno de los epígrafes principales. Tras un buen arranque, lo visto a la vuelta del Mundial dejó demasiadas zonas oscuras, algo que el francés está seguro de despejar en su segunda temporada en el Bernabéu.
Delantera: dos bólidos y un vacío
Ni hay duda de que la delantera es ahora mismo lo que más inquieta al madridismo. La marcha de Benzema y Asensio genera un agujero en forma de goles que supera las cuatro decenas (31 y 12 la pasada temporada). La llegada de Mbappé borraría de un plumazo esas dudas.
Pero si Kylian se queda en París, el Madrid deberá moverse en una terreno desconocido desde hace mucho: el de no tener un delantero que se vaya más allá de los 30 goles. Es verdad que cuenta con Vinicius y Rodrygo, dos jugadores que crecen a velocidad de crucero y ya han demostrado que pueden liderar la delantera blanca. Pero la temporada es larga, muy exigente y no parece que con Joselu y Brahim como escoltas pueda ser suficiente para que el gol no esa algo más que una inquietud.
A nadie se le escapa que el potencial ofensivo del Madrid dependía de Benzema mucho más allá de sus goles. "Tenemos dependencia de Karim, y soy muy feliz por ello", decía sin problemas Ancelotti.
Ancelotti: el dibujo y Brasil
Si algo ha demostrado Carlo Ancelotti a lo largo de su carrera es capacidad para modificar la manera de jugar y adaptarse a los jugadores que tiene. No es un entrenador que antepone su idea de juego al personal con el que cuenta. "El Real Madrid no tiene una identidad clara porque no quiero tenerla", explicaba la pasada campaña. Ahora ya ha dejado claro que su equipo cambiará de fisionomía para esta temporada. Es una certeza que hay pocos entrenadores con su capacidad para afrontar ese cambio.
Las dudas, en su lado, vienen de la mano del anuncio que hizo la CBF de que será el seleccionador de Brasil desde la Copa América del año próximo. Carletto ha querido dejar claras sus prioridades a la CBF, porque sabe que el anuncio ha llegado demasiado pronto y es algo que si las cosas se tuercen durante la temporada va a tener siempre encima. Es un movimiento, el de los brasileños, que ha levantado suspicacias en la zona de mando del club.