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A la undécima fue la vencida. El Mirandés puso fin a la racha de jornadas puntuando del Eibar y asaltó Ipurua con un gol sobre la bocina de Panichelli.
Los armeros habían resistido casi una hora de juego en inferioridad numérica por la expulsión por roja directa de Bautista, pero los jabatos no perdieron la paciencia y acabaron encontrando el gol cuando todo parecía encaminado a las tablas.Con ganar en Anduva no es suficiente para acabar en posiciones de ‘playoffs’.
Los hombres de Lisci lo sabían y tras un 2025 sin victorias a domicilio, en Ipurua se reencontraron con el triunfo ante la numerosa afición desplazada y aprovechar los pinchazos de rivales directos como Huesca o Granada para afianzarse en posiciones de privilegio.
Los de Lisci salieron mejor que el Eibar en el primer tiempo y estuvieron más cómodos. La presión al hombre que planteaba el técnico italiano obligaba a los armeros a tener el desplazamiento largo como único recurso.
Y tampoco fueron capaces de poner en apuros a un equipo con gente fuerte en esa materia como Juan Gutiérrez, Tomeo o Egiluz. La mejor noticia para el Eibar era que el Mirandés tampoco estaba siendo capaz de generar demasiado peligro.
La primera llegada clara fue de los locales. El Mirandés estaba encontraron los espacios en los inicios de juego desde el lado izquierdo y en una de estas progresiones acabaron girando el juego hacia el otro costado, donde apareció Rincón para poner un balón peligroso dentro del área que fue rematado por Parada. Jonmi despejó el balón a córner y justó en ese saque de esquina Panichelli tuvo otra clara.
No estaban pasando demasiadas cosas hasta que Bautista llegó tarde a una disputa con Lachuer. Saúl Reig le amonestó, pero le llamaron desde el VAR para que revisara las imágenes y tras pasar por la pantalla rectificó y le mostró la cartulina roja. El partido cambió por completo y a partir de ahí el balón fue de los visitantes.
San José cambió el dibujo tras el paso por los vestuarios. Nolaskoain se situó como tercer central. El Eibar estuvo a un gran nivel en ese bloque bajo y el Mirandés no terminó de encontrar los espacios.
Le faltaba velocidad en las circulaciones y al final la única solución era atacar por fuera. Los armeros realizaron un ejercicio de resistencia tremendo. De hecho, la única acción clara de los jabatos llegó en un remate cruzado de Benito que Jonmi Magunagoitia despejó.
Apareció el de siempre
El Eibar acariciaba el empate y justo antes de que llegara el descuento, con el Mirandés volcado en busca del gol de la victoria, Panichelli se hizo gigante dentro del área para empujar en el área pequeña el balón que provocaría el delirio del medio millar de aficionados jabatos presentes en Ipurua.
No ganaba a domicilio desde el último partido de 2024 en Riazor y en Eibar volvió a hacerlo para dar otro paso de gigante en su objetivo de estar en los ‘playoffs’. En Anduva creen más que nunca. San José ya sabe lo que es perder como técnico armero después de 11 partidos.
Cuando acabó el encuentro el colegiado valenciano expulsó al armero Chema Rodriguez.
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