Jaume Doménech y su adiós a 10 años: 122 partidos jugados... ¡y 272 en el banquillo!, el que más en la historia

No habrá jugador del Valencia que haya estado más veces en el banquillo que Jaume Doménech, Porque 10 años han dado para mucho. Para que unos confiaran mucho en él, para que otros no... y la aparición de graves lesiones también han hecho acto de presencia. Atrás queda aquel 12 de septiembre de 2015 en el mítico estadio de El Molinón. De repente, Nuno Espirito Santo da el once que se va a medir al Sporting de Gijón y 'sorpresón'. No juega Yoel. Lo hace Jaume de titular contra todo pronóstico -por las lesiones de Diego Alves y Mat Ryan-. Memorable actuación, por cierto, en el 0-1 que le valió como carta de presentación para afianzarse en el primer equipo -renovó corriendo a los pocos días-.

El cancerbero del Valencia debutó a los 24 y va para los 35 a finales de año. Ha estado diez años defendiendo la camiseta del Valencia y este viernes, 23 de mayo, cierra un ciclo. 

Puede tener la ocasión de sudar la camiseta como homenaje en este Betis-Valencia del Villamarín que se adelanta al viernes, ya que el equipo verdiblanco juega la final de la Conference League la próxima semana y el Valencia ya ha cerrado la campaña porque no se juega nada en ese último envite. Jaume no juega desde hace más de un año.

Números llamativos de Jaume

Pero los números de Jaume en el Valencia son llamativos. Porque diez años dan para mucho. Hasta el punto de haber jugado 122 partidos -entre Liga, Copa, Supercopa de España y Europa-, pero sobre todo haber estado en el banquillo en 272 ocasiones a lo largo de toda esta etapa. 

Y eso le convierte en el jugador del Valencia que más encuentros ha estado de suplente, y sin jugar, en la historia del club. 272 es una cifra importante. Alta. Que puede ser lógica en un portero y que además haya estado una década en el club. 

De hecho, supera a José Manuel Sempere (15 temporadas, desde 1980 hasta 1995, disputando 320 partidos oficiales) que no llegó en su carrera a los 200 como suplente dando muestras del tiempo que ha permanecido el portero de Almenara en la zona de banquillos.

Se ha convertido, por momentos, en la extensión del entrenador de turno ya que su carisma dentro del grupo la ha hecho coger galones para poder insuflar de ánimos a compañeros saliendo a la misma área técnica.