Josele Ballester entró asustado el viernes en el Augusta National y salió de él, contrariado por no seguir en el Masters, pero convencido de que este es su sitio y que pronto volverá como golfista profesional al torneo de la chaqueta verde.
Los miedos no obedecían a un sentimiento de inferioridad, a verse rodeado de las megaestrellas de su deporte como Scottie Scheffler o Justin Thomas, con los que ha compartido dos días. Eran motivo del episodio de la micción en lugar indebido del jueves, cuando desorientado de si había baños o no en esa zona, sintió la necesidad de evacuar y lo hizo en el Rae's Creek, sin ser consciente de la flema que arrastra el club más selecto del mundo.
"Me equivoqué y he pedido disculpas al club", reconoció. "He escrito una carta y de verdad que lo siento. Ya está todo zanjado". Pero antes de encontrar la respuesta del bureau del Augusta National estaba inquieto en prácticas. Y sólo se serenó cuando Scheffler se le acercó y le dijo que no se preocupase, "estuvo muy cariños y me dijo que entendía que era muy dificil hacer un swing cuando tienes ganas de hacer pis".
Las palabras del número 1 le serenaron, pero no evitaron que pudiese mejorar el juego y perseguir el objetivo, aunque ninguno de los amateurs superó el corte, que era ser el mejor de los aficionados. Con una segunda tarjeta de 78 golpes cerró su experiencia. "He aprendido muchas cosas. Creo que tengo juego para estar aquí muchos años. Me he visto muy bien con el driver, también bien con los hierros, pero es cierto que con el approach he estado horrible y con el putter tampoco he estado bien", reconoció. En este apartado, de hecho, ha sido el peor de los 95 participantes. "Lo que funcionó desde agosto a diciembre del año pasado, ahora nada".
Tomó todos los apuntes que pudo de un escenario que debe pisar de nuevo y que había visto hace 14 años por la tele por primera vez. "Es la primera edición que recuerdo. La que gano Charl Schwartzel", con cuatro birdies en los cuatro últimos hoyos. Ahora volverá a la Universidad de Arizona State a jugar los tres últimos torneos con el equipo y luego anunciará la semana en la que se hace profesional, que no tiene por qué ser después del US Open, pues ese grande lo jugará con independencia del status que tenga. Que para eso ganó el US Amateur.
Del Augusta National, además de ser ahora archiconocido por esa anécdota, sale con la vitola de ser un pegador de primera. Sólo Bryson DeChambeau, con 301 metros de distancia media, supera sus 293 metros. Ha superado incluso los misiles de Rory McIlroy. En esta era donde pegar fuerte es un don, Ballester, con 21 años, unos biceps marcados y un tren inferior no visto en el golf, tiene mucho ganado.
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