Los Juegos Olímpicos puede resultar imponentes para muchos deportistas, incluso para los veteranos en sus especialidades. Sonia Franquet disputó en Río de Janeiro su primera final olímpica después de dos participaciones anteriores y se vio atenazada por la presión.
"Creo que nunca había estado tan nerviosa, normalmente estoy muy tranquila en Mundiales y Copas del Mundo y creo que es por todo lo que rodea a unos Juegos. No lo he podido controlar. No estamos acostumbrados a tanta expectación ya tantos medios, pero eso es problema mío, no vuestro", reconoció con la voz todavía temblorosa en la zona mixta.
Contenta con su sexta posición, pensaba que una vez en la final podría haber hecho más: "El objetivo era estar en la final y lo he conseguido pero me he quedado con las ganas de haber aguantado un poco más para luchar por las medallas".
Primera durante los seis primeros disparos de los 20 que componen la final, Sonia confesó que no fue consciente de ello hasta que se lo dijo la prensa: "¿Iba primera? Ni idea, no suelo mirar el marcador entre disparos. Si es verdad que el comentarista ha dicho mi nombre varias veces pero no sabía de qué hablaba".
Preguntada por la música y el ruido con el que tuvieron que tirar todas las finalistas, Franquet dijo que no fue algo que influyera en su resultado. "Estás tan concentrada que no la escuchas. Lo normal es sacar el disparo en unos seis segundos desde la orden del juez, pero me he recreado demasiado por los nervios, no ha sido el ruido sino la cabeza la que me ha marcado".