Noah Lyles es un showman. Ha saltado a la fama internacional en los últimos años por sus tendencias extrovertidas y su extraordinaria capacidad atlética en la pista. "Quiero trascender en este deporte", dijo antes de ganar el doblete el año pasado en Budapest, tanto en los 100 como en los 200 metros.
Un año más tarde, aún quedan elementos de lo que algunos han descrito -quizá injustamente- como 'exceso de confianza' o incluso 'arrogancia', pero en París Noah parece tener los pies en la tierra. Parece más serio y concentrado que nunca en la tarea que tiene por delante: ganar tres medallas de oro. "Estoy muy emocionado. Ya cuando entré en el equipo fue increíble. Estoy disfrutando de este momento. Sigue siendo surrealista. Tengo muchas ganas de saltar a la pista."
El progreso de Noah desde Tokio
Lyles ha progresado mucho desde Tokio. Gran parte de su crecimiento, tanto dentro como fuera de la pista, se debe a la atención prestada a su salud mental. El trabajo con sus psicólogos ha resultado fundamental en su evolución desde su medalla de bronce que, en sus propias palabras, "no salió como quería".
El corredor se ha mostrado abierto sobre sus batallas con la salud mental y ha estado trabajando estrechamente con terapeutas para asegurarse de que está lo más preparado posible para París. "De hecho, tengo tres terapeutas. Tengo un terapeuta diario, un terapeuta deportivo y un terapeuta para el luto. Cada uno tiene habilidades únicas para ayudarme en cosas diferentes. Estoy emocionado, ya que mucha gente sabe que las últimas Olimpiadas no salieron según lo previsto. Simpre hay muchos altibajos e incluso ésta ha tenido su parte de pruebas y tribulaciones. Pero, por fin, puedo decir que llego a unos Juegos Olímpicos sin estar deprimipa, y eso es increíble", dice Lyles.
Por fin, puedo decir que llego a unos Juegos Olímpicos sin estar deprimipa, y eso es increíble
Noah Lyles
Confianza, no arrogancia
En muchas ocasiones se ha tachado a Lyles de 'demasiado confiado' e incluso arrogante. Es algo que Lyles refuta. "Mucha gente analiza en exceso mi confianza, porque la línea que separa la confianza de la arrogancia es muy difusa.Yo siempre digo que esa gente tiene que entender el contexto para entenderme a mí", explica el atleta.
Lyles, en particular, ha tenido que superar importantes obstáculos desde su infancia en su camino hasta convertirse en atleta. El camino ha presentado grandes barreras que han amenazado con descarrilar su empeño por convertirse en un atleta de élite.
Una historia de superación constante
"Si miras mi vida y has visto por lo que he tenido que pasar... me han dicho constantemente que 'no, no puedes hacer eso'. Al crecer con asma, no estaba previsto que hiciera deporte. En el colegio me decían que no me iba a ir bien. Me dijeron que tenía que ir a la universidad si quería ser atleta profesional. Y ahora soy el primer atleta masculino en la historia de Estados Unidos que se hace profesional después del instituto. Te dicen 'no puedes hacer esto, no puedes hacer lo otro y no puedes batir récords'. Cada vez que he superado un obstáculo he ganado confianza. A cada paso que doy, la confianza sube y sube. Así que puedo entender por qué algunas personas no pueden captar mi visión y no culpo a nadie por ello. Pero, por favor, no critiquen mi visión sólo por mi forma de pensar", dice Noah.
Su visión es, por supuesto, conseguir el oro en los 100 metros, los 200 metros y el relevo 4x100 metros, y no dejará que nada ni nadie se interponga en su camino. "Soy el más rápido y siempre lo seré", concluye sonriendo.
