- Fran Garrigós. Se proclama campeón del mundo
"Me suelen preguntar si tenemos aquí la pócima mágica de la aldea de Astérix y Obélix porque sacar medallas en Mundiales, Europeos o torneos tan importantes como el Villa de París es una hazaña", reconoce Quino Ruiz a MARCA con una sonrisa. En su Dojo se entrenan a diario cinco (Fran Garrigós, Niko Sherazadishvili, Laura Martínez, Cristina Cabaña y David García) de los nueve judocas olímpicos españoles (Ariane Toro, Ai Tsunoda, Tristani Tatoque y Salvador Cases) tratarán de acabar en París con la sequía de medallas olímpicas. Desde el oro de Isabel Fernández en Sidney 2000 no ha habido podio nacional.
"Estoy seguro de que la maldición se va a acabar en París", dice convencido. "Vamos a hacer un papelón. Los nueve clasificados todos tienen muchas opciones. Creo que hay un equipo como nunca se ha llevado", reconoce. Y sabe bien de lo que habla porque él fue olímpico en tres ocasiones (Los Ángeles 84, Seúl 88 y Barcelona 92), además de plata mundial y triple medallista europeo.
En París hay un equipo como nunca se ha llevado
Su filosofía en el judo, y para entender la vida, se resume en dos carteles que presiden dos de las paredes de su Dojo de Brunete, una localidad a 30 kilómetros de Madrid con algo más de 11.000 habitantes. El primero se encuentra a la izquierda, nada más entrar. ¡Qué difícil es ganar al que nunca se rinde! Frente a esa pared leemos otra frase motivadora: "Si entrenas igual que los demás, nunca serás mejor que ellos".
El sueño dorado
Y eso es lo que han aprendido todos los que allí se entrenan, que el trabajo duro diario acaba dando sus recompensas. "El objetivo en París es intentar estar lo más arriba en el podio. La temporada está siendo muy buena y sólo falta hacerlo igual de bien en este día (27 de julio). Sólo me falta la medalla olímpica. Tengo oro en Europeos y Mundial (2023). Desde pequeño soñaba con ser campeón del mundo y el campeón olímpico. Tengo la mitad de ese sueño cumplido, falta la otra mitad y vamos a intentarlo", dice Fran Garrigós, que compite en -60 kg y que lleva media vida entrenando con él.
Tengo oro mundial y europeo, sólo me falta la medalla olímpica
El madrileño, que afronta su tercera cita olímpica consecutiva (17º en Río y 9º en Tokio), tiene claro cuál es el secreto del éxito. "Lo que diferencia Brunete del resto es Quino, es el pilar fundamental por la implicación que tiene. Está aquí las 24 horas del día y es capaz de sacar lo mejor de cualquier persona", explica. Y nosotros lo pudimos comprobar. Da igual que sea olímpico o no, cada judoca -y en el entrenamiento había más de 40- recibe una atención personalizada y, sobre todo, cariño. Cada uno de ellos, al entrar y al salir se acercan a él como si fuera un familiar más que su maestro de judo.
Quien lo sabe bien es Niko Sherazadishvili, bicampeón mundial en -90 kg y que en París competirá en menos de 100. "Es tu padre, es tu psicólogo, es tu amigo, es todo. Por eso salen, creo yo, los resultados. Siempre lo digo, cualquiera que pisa aquí es parte de la familia", dice.
Un seguro de podio en 2024
Él llega a la cita de París tras haber superado una rotura del cruzado y haber subido al podio en las cuatro competiciones en las que ha competido este año. "He cumplido todos los objetivos que me había marcado después de la lesión: medalla mundial, medalla europea y tres finales de Grand Slam. El próximo objetivo es el oro olímpico. Lo tengo muy claro desde hace muchísimo tiempo y tenemos que cumplir ese sueño el 1 de agosto", dice sonriendo.
He cumplido todos los objetivos que me había marcado después de la lesión, el próximo es el oro olímpico
Entrenan de lunes a viernes dos sesiones de judo y físico. El sábado también hacen físico y sólo se dan un respiro el sábado por la tarde y el domingo. "La intensidad que metemos aquí en judo es muy alta", explica Sherzadishvili, que quiere sacarte la espinita de Tokio, donde acabó séptimo.
Tanto Garrigós como él son dos de las opciones más claras para acabar con la maldición olímpica española del judo en las dos últimas décadas.
Cristina Cabaña, por su parte, afronta su segunda cita olímpica también. Fue novena en la anterior, y se planta en París con la meta de "pasar el máximo de rondas posible. ¡Ojalá poder estar en la lucha de medallas! Es el objetivo que tenemos todos los deportistas y, sobre todo, poder hacer una buena competición, que para eso estamos entrenando", dice la extremeña.
"Qué tiene le Dojo de Quino puede ser la pregunta de moda. Hay un ambiente de entrenamiento con mucha gente que es muy buena. Y hay gente que a lo mejor no va a Juegos Olímpicos, persona que es muy buena. Además, Quino consigue que en cada entrenamiento, estés cansado o no, sea lunes o sea viernes, des tu máximo ese día", explica.
Laura Martínez también debuta en París el primer día en -48 kg. En su caso, afronta con "mucha ilusión y ganas" su primera cita olímpica. "Haremos todo lo posible para llevar una medalla a España, confiamos en que acabemos con la barrera", dijo.
Y David García es otra de las perlas del Dojo Quino. También para él son sus primeros Juegos. "Mi objetivo es ganar combates y conseguir medalla. No pensamos en que haga tanto tiempo que España no consigue una medalla. Por el equipo que llevamos sí que se va a romper la mala racha", asegura.