Era el menos favorito de la final. Entró de resfilón, con el último tiempo y tuvo que salir el primero. Así que lo hizo sin presión, disfrutando del descenso y soñando con que algo grande podía pasar. Lo que no esperaba Pau Echaniz era que nunca iba a olvidar este 1 de agosto de 2025. Sus primeros Juegos y su primera medalla. Tremendo.
A sus 23 años, rodeado de maestros, Pau Echaniz, que sufrió dos segundos de penalización por un toque, marcó un 88,87 que ponía alto el listón de las medallas en la final. No se lo podía creer. Sus gritos, su alegría... Estaba entre los grandes tiempos de las semifinales. Se podía soñar. Y los sueños se iban haciendo grandes conforme los piragüistas iban llegando a meta.
De hecho, fue Giovanni Di Gennaro el primero en moverlo de la primera plaza. Un descenso limpio, sin penalizaciones, lo colocó medio segundo por delante de Pau. Era plata. Y lo fue durante toda la prueba hasta que el francés Titouan Castryck se la arrebató. Otro descenso limpio. Habría que agarrarse al bronce en un descenso en el que ni el gigante campeón mundial Jiri Prskavec pudo mejorar el tiempo de Pau.
Una historia maravillosa para lograr la cuarta medalla de España. Un descenso histórico, el más rápido de la final, que le da un bronce por tocar un palo. Dos segundos de penalización que le dejan sin oro, pero le abren la puerta de la historia del piragüismo español.