Adriana Cerezo no es supersticiosa. Su único amuleto es la cinta del pelo que lleva siempre. En París volverá a ser rosa. Pero sus padres, reconocen a MARCA, que tienen unos cuantos amuletos que "dan suerte a la niña". De hecho, muchas veces bromean y le dicen que no gana por ser buena sino gracias a ellos.
El más curioso es la bala que lleva Mai, su madre, a todos los campeonatos. Adriana estudia cuarto de Criminalística y, tras unas prácticas, llegó a casa con una bala que es un cartucho y se la regaló a su madre. Por casualidad se quedó en una mochila y la llevaba cuando ganó. Desde entonces acompaña a Mai a todas las competiciones porque dice que le da suerte a su hija.
Este año, se le olvidó sacarla del bolso y meterla en la maleta, como suele hacer, y en un control en el aeropuerto la hicieron sacarla y comprobaron que era inofensiva. Ella les contó que daba suerte a su hija deportista y le preguntaron: "¿Su hija es tiradora?". "Al final rogándole y diciéndole al Policía que si no es por la bala la niña no gana. Y ganó", cuenta entre risas Mai.
Cuando no puede viajar con Adriana, coloca los cuchillos de cocina en un orden determinado, de mayor a menor tamaño. Y bueno, es por el motivo que gana Adriana. A veces su hija la llama y bromea con ella: "¿Mamá, ya has colocado los cuchillos?".
David, su padre, siempre estrena camisa y calcetines en las competiciones de su hija.