Novak Djokovic está a una victoria de cumplir su sueño y colgarse el oro olímpico que completaría un palmarés inigualable. Ha derrotado este viernes a Lorenzo Musetti, por 6-4 y 6-2.
Sólo Andre Agassi fue capaz de aglutinar todos los grandes títulos en la historia del tenis: cuatro 'Grand Slam', Copa Davis, ATP Finals y el más preciado metal en unos Juegos.
El problema del sueño de Djokovic es que el domingo se cruzará con Carlos Alcaraz, el tenista más en forma del momento, como lo demuestran sus coronas consecutivas en Roland Garros y en Wimbledon.
En la hierba del All England Club, de hecho, perdió su segunda final seguida contra Alcaraz, que sabe cómo jugarle a un serbio que tiene 16 años más. Pasados 21 días de la victoria de Carlitos en el 'major' de la hierba tendrán su séptimo enfrentamiento, esta vez en la tierra de la Philippe Chatrier de Roland Garros y por el oro.
Jugar contra Alcaraz es el mayor reto que puedo tener, pero estoy más preparado y me muevo mejor que en Wimbledon
Novak Djokovic
El primer set no se decidió hasta el décimo juego. Fue entonces cuando 'Nole' perdía por 40-0 al resto y encadenó cinco juegos. Parecía un golpe moral para Musetti.
El italiano, finalista el pasado sábado en Umag, seguía confiando en sus posibilidades. Rompió el saque de su adversario después de que el juez de silla, el español Jaume Campistol, le señalizara una amonestación por retrasar su servicio.
No había señales de problemas físicos por parte del campeón de 24 grandes, que mostró su preocupación con su rodilla operada en los cuartos con Stefanos Tsitsipas.
Tres sanciones del árbitro
Un segundo 'warning' por tiempo dejó a Djokovic sin un saque en el tercer juego de la segunda manga. Llegó una tercera sanción por soltar "una obscenidad".
Novak protestaba a su banquillo con señales a sus ojos. Tenía problemas de visibilidad porque juega con lentillas. Pudo con todas las adversidades para asegurarse la plata. Él quiere el oro.
Al balcánico no le va a dar tiempo por edad de forjar con Alcaraz una rivalidad como la que ha mantenido durante tres décadas con Rafael Nadal. El mejor jugador de la historia topa con un murciano que aspira a quitarle ese cartel al final de su carrera.
