El viento amenaza con revolver el Gran Premio de Bahréin: "Son coches muy sensibles..."

El Gran Premio de Bahréin tiene condicionantes para ser considerado emocionante. Es ancho, los 'transatlánticos' actuales de la parrilla pueden adelantar y se suma el componente estratégico que desapareció hace siete días en Japón. Y hay algo más con lo que se contaba y aparece desde varias horas antes a disputar la carrera (17:00 en horario peninsular español): el viento. Lo hay y mucho.

MARCA fue testigo de la irrupción del componente del viento en el circuito desde las primeras horas de la mañana. Se estima que siga incidiendo hasta la hora de la carrera, con velocidades que alcanzan las máximas vividas en la qualy del sábado. Viene, fundamentalmente, desde el norte y eso significará una incidencia en el rebufo y la utilización de un DRS que vuelve a ampliarse.

Son coches muy sensibles al viento y las diferencias cambian en cada una de las tandas

Fred Vasseur

Los equipos lo saben y son conscientes. "Son coches muy sensibles al viento y las diferencias cambian en cada una de las tandas", apuntó Fred Vasseur, jefe del equipo Ferrari. Serán los que estén en disposición de atacar a Piastri, que parte con garantías en una McLaren más mortal a tenor de lo visto por Lando Norris. "Parecía que nunca había llevado un F1", dijo el británico. A su lado, Max Verstappen. Como para que no suene la música del tiburón...

Y Mercedes, dando un paso adelante. "El viento exige una adaptación a los pilotos", recordó su ingeniero jefe en pista, Andrew Shovlin. Perdieron algo de fuelle al recibir la sanción, dos horas después de finalizar la qualy, a Russell (baja al 3º) y Antonelli (5º), pero quizá el frío (unos 27º estimados) les hace ser el segundo coche de la parrilla. Y están en disposición de atacar.

El viento exige una adaptación a los pilotos

Andrew Shovlin

La zona media prometerá batalla con la degradación, un Gasly brutal en sábado y las buenas sensaciones de Carlos Sainz desde el 8º. Para Fernando Alonso, tocará otro capítulo más de supervivencia con un coche que está lejos de ser competitivo en el Golfo Pérsico.