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"Grande, grande", le soltaban a Marc Márquez en el parque cerrado de Le Mans desde el equipo Gresini nada más aparcar su Ducati GP23. "Qué carrera", replicaba él son una amplia sonrisa, antes de saludar a Pecco Bagnaia y volver a los suyos, que estaban con los ojos vidriosos y emocionados.
Luego, más reposado, al valorar su crecimiento en la carrera larga, el octocampeón lo ponía en valor. "Mira a ver cuántos han hecho de 13º a segundo en el actual MotoGP...", soltaba. Eso en una pista estrecha y donde adelantar no es fácil. "Quedaremos como salgamos, así será la carrera", había pronosticado Aleix Espargaró en la previa.
Pero con el de Cervera hay pocos vaticinios que hacer, se los carga todos, por mucho que en el Sprint del sábado ya pasara del 13º al 2º en sólo 13 vueltas, en parte gracias a una genial salida. En la del domingo, su arrancada fue menos fulgurante, al verse cerrado, pero ya pasó por meta por primera vez en octava posición.
Luego, como un cazador, fue, poco a poco, superando uno a uno a distintos pilotos hasta que en la vuelta 19 ya se puso tercero tras Pecco Bagnaia y Jorge Martín. Más tarde, culminó su gran obra con el adelantamiento al vigente campeón para obtener su mejor puesto en carrera, el segundo, al acabar, en la vuelta 27.
La mejor en la clase reina
Lo alucinante del tema es que se trató de la mejor remontada de Marc Márquez en MotoGP, pues en la clase reina nunca había subido tantos puestos de parrilla a la bandera a cuadros para acabar en un podio. Y eso que lleva en la máxima cilindrada desde 2013.
Hasta esta cita de Francia 2024, su mejor crecimiento en MotoGP había llegado en 2019, el curso de su último título, cuando en Malasia pasó del 11º al segundo, ascendiendo 10 posiciones, frente a las 12 de Le Mans.
Dos barbaridades en Moto2
Sin embargo, el subidón de Marc en el circuito Bugatti 'palidece' ante las barbaridades que hizo en dos grandes premios en su época de Moto2. En 2011, siendo novato en la clase intermedia y buscando remontar los puntos que le sacaba Stefan Bradl, el leridano tuvo que partir 38º en Australia por una sanción. Finalizó tercero tras una salida de videojuego y un recital de pasadas.
El año siguiente, en 2012, ya siendo matemáticamente campeón de Moto2, y sabiendo que se subiría a la Repsol Honda de MotoGP a los dos días, el '93' voló en agua para ser capaz de ganar partiendo el 33º.
Le Mans 2024, mejor que Estoril 2010
Con todo, situar mejor su hazaña de Francia del pasado fin de semana, superó lo hecho en una de las carreras más míticas de Marc: Estoril 2010 en su año del título de 125cc. Es la famosa cita en la que se cae en la vuelta de formación, le arreglan la Derbi contrarreloj, sale y vence. Entonces, pasó de undécimo a primero, recuperando once posiciones, una menos que ahora.
El gran mérito de la prueba gala está en que con estas máquinas, con esta aerodinámica y dispositivos para bajar la moto, rebasar es más complejo hasta que en 2019. Como para no bailar regado en champán, como hizo en el box de Gresini al acabar. "A mí se me hizo corta la carrera, la disfruté mucho", había soltado poco antes ante la prensa. "Vive la , merci" (Viva Francia, gracias), le había soltado a los fans desde el podio. Gracias a él por el show.
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